Sí. Un estudio demuestra que existe correlación entre la concentración de CO2 en el aire y el aumento de peso.
Todos conocemos algunos factores, hábitos y productos populares que están ligados al aumento de peso. Sin embargo, la ciencia se resiste a dejar de sorprendernos sumando más a la lista.
¿Tú sabías que cosméticos tan comunes como el champú y otros pueden hacerte engordar?
Eso se explica porque los ftalatos (que están presentes en el 70% de los cosméticos) deprimen los niveles de testosterona en el cuerpo y eso puede aumentar la propensión a hacer unos kilitos.
Pero, ¡¿el aire?! Ya sólo faltaba que engordase hasta el aire… Pues mira tú que sí lo hace.
Unos científicos daneses estudiaron la evolución en el peso de un grupo de gente durante 22 años. En el grupo había gorditos y delgados.
Prestaron especial atención al aumento de peso de los delgados y comenzaron a sospechar, al margen de otros factores, de la influencia del dióxido de carbono.
Hicieron dos grupos pequeños. A uno de ellos lo expusieron a un ambiente con alta concentración de CO2 y al otro lo situaron en un ambiente más limpio. Después los pusieron a comer y descubrieron que aquéllos que habían respirado más CO2 comían un 6% más que los otros.
Al parecer, eso se debe a que las orexinas, que son neurotransmisores que regulan el apetito entre otras funciones, son afectadas por la concentración de CO2 en sangre. Y comiendo más, sin quemar esas calorías, ahí está el resultado…
Claro que hubieran subido de peso igual por la falta de orexinas (y esto lo dice otro estudio), porque el déficit de éstas también es causa de sobrepeso. ¿La razón? Que las orexinas también parecen estimular el gasto de energía.
Volviendo al tema, la conclusión de los científicos daneses es que el dióxido de carbono altera el funcionamiento de las orexinas. Y nos recuerdan que el ambiente contaminado no ha de ser excusa para dejar de practicar ejercicio al aire libre.
Si corres o caminas, la sangre circula y va eliminando mucho CO2 del cuerpo. Pero, si evitas el ejercicio, entonces sí… hasta el aire podría engordarte.
Fuente: The Huffington Post UK.
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