¿Te cuesta parar de trabajar?

Es tarde y tú aún estás trabajando. Ahí fuera hay otras cosas que hacer; personas con las que podrías estar compartiendo este momento, actividades relajantes o divertidas que te están esperando.

Pero tú continúas inmerso en el trabajo, quizás por un buen rato más. ¿Por qué?

Parar de trabajar puede ser difícil

(Aquí tienes la versión en vídeo de esta entrada.)

Cuesta parar…

  • Porque hay demasiado que hacer. Ya… y siempre lo habrá. El trabajo no se acaba hasta que uno dice: “Basta”.
  • Porque el trabajo es un refugio. Uno con el que desconectas de problemas personales que te abruman.
  • Porque brinda satisfacciones. Cuesta poco aficionarse al trabajo cuando es el área en el que uno nota más progresos.
  • Porque lo manda el jefe. Aquí poco puedes hacer, salvo terminar lo antes posible.

Sea cual sea la razón, trabajar de más tiene un coste.

Será el resentimiento, si estás atado al trabajo contra tu voluntad. Será el cansancio y la baja productividad del día siguiente. O será el descuido de ti mismo y de tus relaciones personales.

cuesta parar de trabajar

Vamos, una tarea más. Ésta también, que sólo son diez minutos… El tiempo pasa y, mira por dónde, te dan las tantas de la noche. Te tomas poquitas horas para descansar. Y, al día siguiente, se repite la misma canción.

Muchos hemos entrado en este bucle, porque, mire uno donde mire, siempre quedan cosas por hacer.

Muchos nos hemos sentido culpables por parar de trabajar, dejando a un lado las tareas pendientes para hacer lo que también es importante y necesario: vivir otras experiencias.

Muy bonito. ¿Pero cómo se echa el freno? ¿Cómo suelta uno el trabajo cuando llega la hora?

Cómo parar de trabajar

No sé cómo lo harás tú. Yo planeo lo que voy a hacer cada día y, salvo imprevistos, no me salgo de ahí. Y, para asegurarme de que no voy a meter más tareas de la cuenta, programo algún “compromiso” a la hora de terminar el trabajo.

“Compromisos” como hacer una llamada a esa hora, salir por ahí, ver una serie, jugar con la mascota, etc. En definitiva, un evento que marque el fin del trabajo y el comienzo de la vida personal.

(No me sale bien todos los días. Pero lo procurlo.) 😀

Eso tiene dos ventajas:

(1) Trabajo más rápida y concentrada, porque estoy poniendo un límite temporal. Si no lo pusiera, el mismo trabajo podría expandirse hasta la noche. (Sí, ya me ha pasado.)

(2) Hago espacio para otras experiencias: Para compartir más tiempo con las personas importantes, para divertirme, para aprender, para reflexionar, para irme a la cama sabiendo que ese día he hecho algo más que cumplir con la obligación…

¿Cómo paras tú de trabajar? ¿Es difícil para ti? ¿Por qué?