Nos vamos a situar en ese día en el que te levantas y te aburres mortalmente haciendo lo mismo que otras veces te parece ameno o, quizás, más soportable.
En el blog ya tenemos una entrada con ideas para motivarte en esos casos: Mantener la motivación en tareas aburridas.
Pero hoy seremos más ambiciosos: ¿Podrías dar un giro total al aburrimiento y conseguir divertirte haciendo eso tan pesado?
Qué es aburrido o qué es divertido es algo muy relativo. Un pequeño cambio puede hacer que veas la realidad de otro modo.
Sintoniza tu creatividad, a ver si alguna de las siguientes sugerencias te inspira el modo de hacerlo.
1. Anticipa la recompensa
Esta idea la hemos comentado otras veces: ¿Cómo vas a premiarte después de que cumplas con tu obligación?
Dedica unos instantes a regodearte en el placer. De ahí puedes sacar la energía que necesitas para ponerte manos a la obra rápidamente y terminar lo antes posible.
2. Añade un elemento nuevo a la situación
Si puedes cambiar de entorno para realizar la tarea, ésa sería una opción.
Otra, que parece nimia pero que influye bastante, es que estrenes alguna cosita (un bolígrafo, un jersey, un aparatejo…). Yo me acuerdo, por ejemplo, de los tiempos de colegio, cuando me costaba menos hacer los deberes de clase el día en el que tenía un lápiz nuevo.
Prueba a añadir algo distinto, a ver qué tal. O, si no, también puedes combinar la tarea con algún elemento muy agradable. Por ejemplo, algo de música (apropiada para el trabajo) o un cafetito aromático. Tú veras.
3. Hazlo como si fuera la primera vez
Esto es, sin conectar el piloto automático. Adopta la mentalidad de ese aprendiz que está haciéndose preguntas porque quiere descubrir cosas nuevas.
4. Hazlo de manera distinta
Si no te sale lo anterior, no importa. Dale un nuevo aire a la obligación. Por ejemplo: cambiando de ritmo (yendo más despacio o más deprisa) o empezando por otra parte.
5. Explica la tarea
Esta idea te ayudará a concentrarte: A medida que vas haciendo esa tarea aburrida, explícala como si le estuvieras enseñando a un niño pequeño.
O, si no, imagina que te están grabando en vídeo, porque lo que haces formará parte de un valioso material didáctico.
¿Quieres aprovechar aún más tu imaginación? Vamos con la siguiente.
6. Actúa
Aprovecha tus dotes interpretativas. Imagina que tú eres alguien brillante, una eminencia haciendo esa tarea que tienes entre manos. Métete en su piel. ¿Qué es lo que te hace ser tan bueno?
O también puedes pensar que eres un héroe y montarte tu propia película alrededor de ese trabajo. Créetelo. ¡Tienes en tus manos una misión importante!
¿No te convence? ¿No es tu estilo? Pues vamos con algo que suele ir bien en estos casos…
7. Compite
Rétate a ti mismo. Compite para batir tu récord y tómate en serio la batalla.
O, si te funciona mejor, puedes invitar a alguien que esté haciendo lo mismo para improvisar la competición.
¿Moraleja?
Que algo sea más o menos aburrido depende de ti. Por pocas opciones que haya, siempre podrás encontrar algunas que te ayuden a disfrutar las tareas menos apetecibles.
Ahora sólo queda que busques las que mejor se adapten a «tu misión» en este día.