Escarmentar en cabeza ajena. ¿Qué significa?

Escarmentar en cabeza ajena consiste en tomar nota de los errores, fracasos o batacazos que atañen a una persona, para evitar ir por el mismo camino que ella.

Ese es uno más de los recursos que están a nuestro alcance a la hora de aprender y de tomar decisiones.

¿Lo utilizas? ¿Aprendes de los errores de otro? ¿Es posible aprender de los errores de otro o solo aprendes bien la lección si tú mismo te equivocas?

tomar una decisión

Escarmentar en cabeza ajena en la práctica

Ver a alguien cercano cometer un error o involucrarse en un objetivo para después estrellarse puede ser una valiosa lección, que te evite malos tragos y te ahorre el trauma de equivocarte.

No en vano, en una de sus versiones el dicho se completa así:

Escarmentar en cabeza ajena es lección barata y buena.

Ejemplo de cómo escarmentar en cabeza ajena (1)

Llevo 8 años escribiendo este blog y he cometido errores de todo tipo, sobre todo al principio.

Estoy convencida de que, si expongo mi experiencia, esta podrá ser de utilidad a alguien.

Con suerte, esa persona la tendrá en cuenta y no caerá en unos cuantos errores que yo cometí (sin que ello evite que cometa otros por su parte).

Ejemplo (2)

Una adicción: el alcoholismo de un familiar. Es un ejemplo dramático, pero lo hemos tenido en casa.

Ver cómo el alcohol destrozó la vida de un familiar tuvo un impacto enorme y fue suficiente para vacunar de la experiencia a sus seres cercanos. Todos estamos prevenidos sobre los efectos del abuso del alcohol.

Pero a veces, lamentablemente, ocurre lo contrario. En el caso del alcoholismo, hay estudios que sugieren que los hijos de alcohólicos tienen más probabilidades de serlo también.

Ojalá funcionara siempre. Ojalá pudiésemos aprender de los errores de los demás y evitar sus malas decisiones. Sería estupendo.

Especialmente en estos tiempos, tenemos un montón de conocimientos y de experiencias ajenas al alcance de la mano. Podemos acceder a una cantidad ingente de enseñanzas.

Y, sí, podemos aprender de algunos errores que han cometido otros, dándoles las gracias por ello. Pero también necesitamos cometer nuestros propios errores para aprender.

cabeza ajena

Nada es tan efectivo como escarmentar en cabeza propia

De hecho, otra versión del refrán es:

Nadie escarmienta en cabeza ajena.

El dicho no se cumple siempre, como acabamos de ver arriba. Pero cómo negar que cualquiera de nosotros aprende mejor cuando experimenta en primera persona y sufre las consecuencias de sus acciones.

Sobre todo si las consecuencias son negativas, uno aprende antes equivocándose por sí mismo que viendo cómo se equivoca otro.

Viendo a otro, siempre nos queda la frase: “Eso no me ocurrirá a mí.

Yo soy diferente. A mí eso no me pasa.

Tiene su gracia. Cuando otro se está equivocando, te das cuenta enseguida. O, bueno, muchas veces te das cuenta antes de cuando lo harías si lo mismo te ocurre a ti.

Pongamos que alguien se está equivocando…

  • Tiene un mal hábito. Tú lo cazas y te sabes el remedio para salir de ahí.
  • Se envuelve en una mala relación. Te das cuenta del mal elemento con el que se está viendo y sabes que tú no caerías en tales tretas.
  • Toma una decisión impulsiva. No te lo explicas. Tú no habrías tomado esa misma decisión.

Lo que sea… Ves antes el error de otro que el tuyo. Y es normal.

Otro también puede ver antes tus errores que los suyos, por una cuestión de perspectiva. A veces tenemos el error tan pegado en las narices que nos cuesta verlo.

La distancia nos ayuda a ver los errores con más claridad. Y, también, a tomar mejores decisiones. ¿A que a veces se te ocurren soluciones para problemas de otros que no se te ocurren para tus propios problemas?

Es por lo mismo.

Además, duele menos apuntar los errores de otro que los propios. También suele pasar, ¿no?

A mí, dentro de que no me haga gracia, me cuesta más admitir que mi pareja es mala gente (y que cometí un error) que decirle a mi amiga que su pareja es mala gente.

Tiene sentido. Me cuesta más darme ciertas explicaciones incómodas a mí misma.

 

 

Conclusiones

  • Escarmentar en cabeza propia o hacerlo en cabeza ajena son experiencias distintas.
  • Siempre se aprende mejor con los errores propios, porque duelen más. Pero, tal vez por eso, son más difíciles de ver o de admitir que los ajenos.
  • Compartir los propios errores o escuchar las experiencias de la gente que se equivocó, si bien no evitará que otros caigan en lo mismo, puede serle útil a una persona.
  • Por esa persona a quien le ahorremos el disgusto, vale la pena compartir nuestros mayores descalabros. Yo tengo esa esperanza cuando comparto mis desastres. 😀
  • Hay refranes más optimistas que el título de esta entrada.

😉

¿A ti te ha servido alguna experiencia negativa de otra persona para escarmentar en cabeza ajena?

¿Te gusta compartir tu experiencia por si sirve para que una persona evite un mal paso que diste?

Imagen de Jiuck


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Comentarios
2 respuestas a «Escarmentar en cabeza ajena. ¿Qué significa?»
  1. A mí eso no me funciona, soy un poco especial y me gusta experimentar en mi piel los errores, si no lo hago no aprendo. Recuerdo cuando era pequeña y mi madre me dijo que no tocase la plancha que quemaba pues yo fui y la toqué, me quemé pero necesitaba comprobarlo por mi misma. Sí soy un desastre, jeje.

    Un beso enoooorme

    1. TBM – Casandra

      😆 Qué bueno… Desde luego, el escarmiento por uno mismo es lo más efectivo. Pero no estoy de acuerdo en que seas un desastre. 😉
      Besotes!!!