Tu tiempo es valioso. Por eso, eliges invertirlo en actividades que tienen un propósito.
¿Cuál? Aprender, divertirte, conectar con otros, ganar dinero, relajarte, etc. Bien invertido está cada minuto que dedicas a lo que es importante para ti en ese momento.
Ahora, fíjate en todo aquello que haces sin un propósito claro y que suele darte muy poco a cambio del tiempo que le inviertes.
Se me ocurren unas cuantas actividades de éstas:
- Conversaciones con la vecina cotilla del barrio (cuando te intercepta y empieza a contarte pecados ajenos).
- Compromisos que te autoimpones “por cumplir” con otros.
- Discusiones que se prolongan y se salen de tono.
- Paseos por Internet que demoran el momento de empezar a trabajar.
- Sesiones eternas de limpieza. (¿Es tan importante que la casa reluzca con brillo cegador?)
No seré yo quien decida lo que es importante para ti. Ni mucho menos.
Hagas lo que hagas, la sugerencia es que te plantees porqué es importante lo que haces; qué finalidad tiene.
El tiempo es limitado. Por eso, dale prioridad a lo que es importante para ti (por la razón que sea).
Y, si puedes, prescinde de actividades que aportan un valor insignificante a tu vida. Quítales el tiempo que les dedicas en pro de invertirlo en las que sí valen la pena.
Este consejo nos lo deja Dieter Rams (diseñador de Apple), en 99u. Es la recomendación de quien traslada a la vida real la filosofía minimalista y funcional que sigue en su trabajo.
A mí me sirve como llamada de atención. ¿Y a ti? Es útil tenerlo presente para aprovechar el día, ¿no te parece?
Imagen de marcp_dmoz