10 Hábitos organizativos que te harán la vida más fácil

Una persona joven quizás no ve necesario aprender a optimizar el tiempo y la energía, porque llega con holgura a todos sus menesteres.

Pero ese joven se hace mayor. Se encuentra cada vez con más responsabilidades que atender. Y su energía no es la misma que la de hace unos años.

Ese fue mi caso. De joven no me preocupaba demasiado la organización, incluso en las temporadas de actividad intensa. Contaba con energía suficiente y, cuando se agotaba, la recuperaba pronto.

Fueron pasando los años. Entre eso y algunos achaques de salud que sobrevinieron, me encontré con la necesidad de organizarme un poquito para avanzar en las actividades que yo elegí.

agenda

Estaba muy verde, ¿eh? Seguramente más que tú. Pero, poco a poco, fui adquiriendo costumbres que me hicieron la vida más fácil y productiva.

Hábitos para organizarse mejor

Comparto algunas de esas costumbres contigo, por si las hay que no las has probado. Si tienes solera, alguna te servirá (espero).

Y, si eres muy joven, mejor. Dale una oportunidad a la que gustes y eso que llevas de adelanto.

1. Usa instrumentos de apoyo

Conforme se van acumulando responsabilidades y datos a recordar, más conveniente es usar instrumentos que nos ayuden a ser efectivos.

Elige lo que prefieras (agenda, calendario…) y acostúmbrate a anotar información que no necesites llevar en la cabeza. Por ejemplo, Google Calendar podría ser bueno. Pero hay tanta variedad…

2. Elige tus tareas del día

Si tienes muchas y variadas tareas que hacer, ordénalas según lo importantes que sean para ti. Dales prioridad a las que vayan en sintonía con tus valores personales. La que se quede fuera, que sea una tarea secundaria.

Es preferible hacer menos tareas, pero muy significativas para ti, que hacer un montón de tareas de dudoso valor.

3. Establece límites en tus actividades

Decide a qué hora empiezas y a qué hora acabas. Hazlo, al menos, con las actividades más importantes. Y, si es una misión de varios días, igual: ponte un límite para terminarla.

Confía en Parkinson. De no poner límites, el trabajo se estirará que da gusto.

4. Di que NO sin cortarte

Quítate compromisos y tareas poco importantes con el “No” liberador.

Cada vez que lo digas, te sentirás bien por estar diciéndole “Sí” a tus prioridades.

5. Respeta los descansos

Los descansos te ayudan a ser productivo. Y van más allá de los que haces para dormir o comer. También es preciso descansar de las tareas serias que demandan energía con actividades agradables que la reponen.

¿Cuáles? Un hobby, una excursión, una tarde jugando o charlando con amigos… Elige las tuyas y ponles hora también. Te ayudarán a cumplir con “lo serio”.

6. Muévete durante el día

Si te es posible, reserva un mínimo de 20 minutos al día para hacer ejercicio físico; siquiera, un paseo brioso. Eso, por tu salud (estudio).

Además, durante el día, haz pausas para levantarte de la silla, en caso de que pases mucho tiempo sentado. Muévete un poquito más.

7. Aprovecha tus “horas fuertes”

Identifica las horas en las que tienes más energía y aprovéchalas. Avanza a conciencia. Deja las actividades “menores” o que no requieran tanto esfuerzo en las esquinas.

8. Haz las tareas de una en una

Las tareas que requieran concentración, hazlas de una en una: Te concentras mejor. Además, terminas antes y más tranquilo que si la mezclas con otras o con distracciones.

9. Revisa lo que has hecho

  1. Toma nota de lo que has hecho bien. Celébralo. Y motívate con ello para seguir sumando aciertos.
  2. Toma nota de tus errores o de lo que falló, para aprender con ello.

Esa revisión la puedes hacer semanalmente, por ejemplo.

10. Perdónate por tus errores

Es muy probable que algún día te salgas del tiesto y actúes de una manera poco conveniente para ti. Lo más sano es que dejes el error a un lado, aprendas la lección y vuelvas de inmediato a la buena senda.

Además, ahorra mucha energía.

Alguno de estos hábitos puede venirte bien para administrar tus energías y mantenerte productivo, sin echar de menos el vigor de la adolescencia. ¿Quieres comprobarlo?


Categoría: