Hablar con los conocidos tiene más impacto del que parece.
Cuando saludas a la vecina, hablas del tiempo o comentas una noticia en la caja del supermercado le estás haciendo un bien a tu salud.
Sí, como lo lees.
No sólo las interacciones con nuestros amados amigos y familiares contribuyen de buena manera a nuestro bienestar emocional.
También son beneficiosos los encuentros con conocidos.
Lo que ganas al hablar con los conocidos
Así nos lo cuentan en Psychology Today, según los últimos estudios que se han hecho sobre el tema.
Todavía queda mucho que investigar, pero todo apunta a que los conocidos tienen más peso en nuestra vida cotidiana del que sospechamos.
En realidad, aunque la cantidad de personas que conocemos varíe, todos tenemos en nuestra vida un mayor número de conocidos que de amigos.
Están los vecinos, los colegas, las personas con las que coincidimos en la calle (aunque no recordemos su nombre) y un largo etcétera.
Según tu experiencia, ¿se cumple?
Yo esto lo cojo con pinzas. Dependerá de la calidad de esas interacciones, digo yo (hay entornos más amigables que otros). Y, también, de la necesidad que tiene cada persona de interactuar con su prójimo.
Por ejemplo, un introvertido puede tener menos conocidos e interacciones y vivir más contento que unas pascuas. ¿Por qué no?
Lo que sí he notado es que las interacciones sociales variadas te ayudan a ser mentalmente más ágil. ¿Te has dado cuenta tú de eso?
En mi caso, cuando el trabajo requería de mí que me relacionase con muchas personas, mi mente estaba mucho más despierta (también cuando interactuaba en charlas informales). Y eso se traducía en un mejor rendimiento cognitivo.
Ahora, que me relaciono con mucha menos gente, noto que estoy mucho más lenta de reflejos, incluso en las pequeñas charlas con la gente con la que coincido a diario.
Por lo que deduzco que la mejoría en confianza y productividad impacta en el buen estado emocional (y viceversa).
Y, como es de esperar, concluyeron en que las interacciones con los conocidos alivian bastante el problema. En algunos casos, más que cuando se habla con familiares y amigos.
Las personas que se sienten aisladas, en ciertos momentos, pueden encontrar más sencillo relacionarse con conocidos.
Hay menos expectativas, menos contaminación del pasado, menos miedo a la decepción o al rechazo, etc., que cuando te relacionas con una persona más cercana.
En esto coincido. El contacto con conocidos es menos intenso emocionalmente. Ayuda a romper poco a poco el aislamiento.
¿Qué piensas tú?
¿Has pensado sobre el bien que te hace intercambiar unas cuantas frases con la gente que te encuentras? ¿En qué se concreta?
Imagen de Ame Otoko