El teléfono suena. ¿No vas a contestar? Deja, deja… Aquí tienes razones para no atender ciertas llamadas telefónicas sin sentirte mal por ello.
Se supone que el teléfono es un adelanto tecnológico destinado a facilitarnos la vida, pero a veces también nos genera estrés innecesario y nos hace perder nuestro valioso tiempo.
Por eso es necesario que aprendamos a usarlo a nuestro favor y más en estos días. Atrás quedaron esos en los que el teléfono sonaba únicamente para traernos noticias de nuestros familiares y amigos o para avisarnos de algo muy preciso.
Ahora, entre otras novedades, nos llaman inoportunamente del trabajo o hay compañías que se ceban con nuestros números realizando un acoso telefónico continuo.
Por no hablar de otros pesados que consiguen nuestro número por ahí y se atribuyen el derecho a entrar en nuestro espacio.
¿Qué hacer, entonces?
No conoces el número
Si no esperas llamadas de números desconocidos, es muy probable que estas lleguen de parte de alguien que se ha confundido o de alguna de esas compañías tan insistentes.
En definitiva, nada importante.
Aunque, en el caso del spam telefónico, mucho más efectivo que no atender al teléfono es tomar sencillas medidas, como estas (si vives en España).
Estás ocupado
En nuestra cultura, no contestar una llamada se considera una descortesía. ¿Por qué será? Ni que viviéramos pegados al teléfono únicamente esperando recibir llamadas…
Estás cocinando, estudiando, conduciendo, almorzando o quizás mantienes una conversación interesante con alguien y no te apetece interrumpir lo que estás haciendo cuando escuchas el teléfono.
Para emergencias, ahí está el contestador y el buzón de voz, ¿no crees?
Si no es tan importante, después devolverás la llamada.
Estás descansando
Igual que lo anterior, aplicado especialmente a esas llamadas de trabajo que se producen en tu tiempo de descanso. (Suponiendo, claro está, que te dediques a una actividad en la que no sea necesaria esa disponibilidad.)
Estás en tu legítimo derecho de disponer de ese tiempo para cuidar de ti mismo y para compartirlo con las personas que quieres.
¿Y si llama un conocido y, justo en ese momento, no estás de humor para responder? Lo mismo. Que deje mensaje.
El teléfono está para servirte
Tú eres quien decide cómo usas tu teléfono, no los demás. Aprovéchate de sus ventajas y minimiza los inconvenientes según tus preferencias.
Si te sientes más cómodo atendiendo todas las llamadas, adelante; si no es así, no te sientas culpable por ello.
.
Espero que se capte la intención de este post.
El teléfono es un maravilloso artefacto, que permite una comunicación rápida y fácil; pero se convierte a ratos en un invasor de la intimidad. Está escrito pensando en esas ocasiones y, en cualquier caso, es una opinión muy personal.