Qué injusta es la vida. Tú suspirando porque se fije en ti y él/ella no se da cuenta. Y, si se ha dado cuenta, no corresponde del mismo modo.
¿Por qué no le gustas? Eso te preguntas una y otra vez.
También nos lo preguntamos aquí y por eso hemos recopilado todas estas razones. ¿Podría aplicarse alguna a tu caso?
1. No eres su tipo: Cada persona tiene sus gustos. Si tú no cuadras en los suyos, no es que haya «algo malo» en ti. Simplemente, así es la vida. Tú también tienes tus preferencias, ¿no? Más adelante encontrarás a alguien a quien le gustes tal y como eres.
2. Te considera su amigo/a: No te ve como una pareja potencial, sino como parte de su grupo de amigos. Te das cuenta, por ejemplo, cuando te dice quién le gusta o te habla de otras experiencias románticas del mismo modo en el que se las contaría a un amigo.
3. No quiere estropear la relación actual: Puede que sí te haya mirado con ojos distintos a los de un amigo/a, pero os lleváis tan bien que no desea estropear la amistad. Tiene sentido. Un amante lo encuentras dondequiera; un buen amigo/a, no.
4. No le interesa el sexo: Puede que se deba a alguna razón que sólo él/ella conoce. ¿Será su vocación religiosa? ¿Será que tiene algún problema que le afecta en este sentido? Quién sabe… Lo que cuenta es que aquí tampoco puedes hacer demasiado.
5. No está listo/a para una relación: Por ejemplo: Rompió con su pareja recientemente o sigue con el trauma aunque haya pasado tiempo; tiene que concentrarse en sus estudios o trabajo, etc. En casos así, quizás le gustes, pero da igual, porque no quiere estar con nadie (en este momento).
6. Es gay, lesbiana o eso que tú no eres: Y, no, no es una excusa para que no sigas insistiendo. Es la realidad por peliculera que parezca. Es bueno que lo hayas sabido a tiempo.
7. Le caes mal a su familia: Los miembros de su entorno próximo (familia y amigos) hablan mal de ti y él/ella se deja llevar por sus consejos. Tampoco aquí puedes hacer nada.
8. Diferencia de estatus: Llámalo clasismo, pero todavía hay gente que cuida relacionarse con personas de su mismo nivel social.
9. Diferencia de edad: Motivo de peso en algunos casos. ¿Eres demasiado joven? ¿Demasiado mayor? Él/ella sabrá.
10. Diferencias culturales o religiosas: Puede ser otra razón a considerar. Si ya es difícil mantener una relación con alguien con quien compartes bagaje cultural, imagínate qué esfuerzo hay que hacer para que funcione con una persona de otra cultura. No todo el mundo está dispuesto a hacer esta lucha.
11. ¿Diferencias ideológicas? Sí, sí… Quizás tú seas activista por los derechos de los animales y él/ella, que es aficionado a la tauromaquia, prefiere estar con una persona de opinión similar. Es un ejemplo. Si dos personas tienen valores muy diferentes, por mucha atracción física que haya, la cosa es difícil que funcione. Quizás eso sea lo que él/ella está pensando.
11. Personalidades diferentes: Lo mismo. Él/ella es introvertido y no le apetece tener una relación con una persona que sale tanto y está todo el tiempo rodeada de gente. También es un ejemplo. Lo esencial es que él/ella piensa que no sois compatibles por cualquier razón. No hay conexión.
12. Le gusta otra persona: Si él/ella ya tiene sus ojos puestos en otra persona o se ha enamorado, puedes optar por esperar un tiempo a ver qué pasa… Pero lo ideal es que sigas adelante y dejes de alimentar tu ilusión con este chico/a.
13. Ya está comprometido/a: A buenas horas te enteras de que ya tiene pareja. ¿Cómo no te lo dijo antes?
14. Es imbécil: ¿Cómo te gusta una persona que cree que se merece salir con un dios o una diosa? ¿Se ha mirado acaso al espejo? ¿Quién se cree que es? Si has puesto tus ojos en una persona tan creída, ciérralos y, para la próxima, visita al oftalmólogo. Su problema es más grave. Ya se dará cuenta de lo equivocado/a que está.
15. Tú eres un objetivo fácil: Quizás lleves un tiempo sin pareja o le hayas dado señales claras de que te gusta. Qué quieres que te diga… A veces, encuentras hombres y mujeres que se interesan antes en un objetivo más difícil.
16. Eres agobiante: Si estás insistiendo demasiado y le dedicas muestras excesivas de tu interés por él/ella, puede que estés logrando el efecto contrario.
17. Eres demasiado amable: ¿Te puedes creer que hay personas que prefieren a los chicos malos o a las arpías de turno? Tu exceso de amabilidad quizás esté ahuyentando a tu pretendido/a.
18. Necesita más tiempo: Hay personas que se mueven más rápidamente que otras en sus relaciones. Quizás sí le gustes, pero necesita todavía más tiempo para procesar la situación, estudiarte bien y ver qué hace.
19. No se imagina que puede gustarte: Pobre criatura. Tú suspirando por sus huesos y, como si se tratara de una novela, a él/ella ni se le ha pasado por la cabeza esa posibilidad. Quizás tengas que enviarle alguna señal sutil o algo, ¿no crees?
20. Le da miedo decírtelo: Quizás sea una chica muy tímida o un chico que ha pasado por relaciones anteriores de pesadilla. No importa. Hay a quien le cuesta dar este paso.
¿Ves? Son sólo un puñado de razones aleatorias y la mayoría NO tienen que ver contigo.
Tú puedes expresarle tus sentimientos con respeto y lo mejor que te salga. El resto no lo puedes controlar.
Si a esta persona no le gustas o no le interesas por cualquier razón, sigue adelante.
Procura no amargarte la vida más de lo necesario, porque quizás te esté esperando alguien con quien sí sintonices a las mil maravillas.