Tendrás tus defectos, como todos, pero eres una persona que trata de no herir deliberadamente a los demás. Procuras vivir en paz y hacer tu parte lo mejor posible.
Entonces, ¿porqué hay personas que te odian? ¿Eres una mala persona y no te has dado cuenta?
Todos nosotros provocamos odio, repulsión o, simplemente, caemos mal a otras personas sin que precisamente seamos la reencarnación del mal.
Para caer mal a alguien (o incluso para sacarle de sus casillas o repugnarle) no necesitas hacer nada. A veces bastan aspectos tan superficiales como tu apariencia, tu modo de hablar o de vestir para despertar esa antipatía.
Muchos ya nos hemos dado cuenta de esto. Pero aún continúan personas preguntándose qué hay de malo en ellas; qué razones tienen otros para despreciarlas u odiarlas.
¿Razones? Esas razones no tienen porqué ver contigo necesariamente, sino con la persona que te odia. Veamos algunos ejemplos.
Su propia inseguridad
Tus cualidades pueden ser vistas como una amenaza. Tu inteligencia, tu buena presencia, tu habilidad para relacionarte con otros… o lo que sea.
Una persona con escasa confianza en sí misma puede sentir miedo a que obstaculices su progreso; a que otros te prefieran a ti… Eres una amenaza para sus objetivos y por eso te «odia».
Tu existencia impacta significativamente en su vida. De ahí el odio. Si esta persona en cuestión tuviera más confianza en sí misma, no sentiría esa aversión hacia ti.
Celos y envidia
Tiene que ver con lo anterior. Alguien te «odia» porque tú tienes algo valioso que siente que falta en su vida.
Será tu éxito, tu casa, tu pareja, etc. Cualquier cosita -incluidas las que tú consideras pequeñas- puede despertar la envidia y la antipatía de otro.
Otro al que también le falta la confianza necesaria. Si estuviera seguro de que puede lograr eso mismo que tú tienes, no le caerías mal.
[Relacionado: Qué hacer cuando eres envidiado.]
Su necesidad de atención
También hay gente que puede odiarte porque no le prestas la atención que quiere; porque no le rías la gracia o no le hagas la pelota…
Que alguien necesite este apoyo o aprobación social y tú le ignores, puede ser otra razón para que empieces a caerle gordo.
Aclaremos
No todas las personas que se sienten inseguras o que necesitan feedback social (en los ejemplos que hemos visto) se comportan igual en la misma situación. Lo que decimos es que puede que algunas sí te «odien».
Y, en tal caso, no lo hacen porque tú seas mala gente, sino porque ellos gestionan sus carencias de esa manera.
Basten esos ejemplos para afirmar que sí puedes caerle a alguien muy mal sin que tú seas mala persona. Habrá que aceptarlo, entonces.
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Si quieres aprender algo más sobre el tema, mira este vídeo. Dura 4:51. Tiene subtítulos en español.
Imagen de lism
Comentarios
4 respuestas a «Que te odien sin ser mala persona»
Odio, indiferencia, alejamiento … hieren hasta que lo meditas (con aportes como el tuyo) y «entiendes».
Yo además añadiría un motivo: para liberar sus culpabilidades. Esto suele darse con los familiares de los cuidadores, son capaces de seguir páginas web relacionadas con el tema, de solidarizarse con la causa, etc. pero en abstracto, siempre que no conlleve implicación directa, entonces, suele suceder que (aunque hablan de su tema familiar en plural, siempre «nosotros») no están ahí porque eres un borde, siempre estás de mal humor, tienes mal carácter, eres insoportable … así las culpas recaen sobre ti. Cuánto más lejos de ti, mejor.
Algo así como : Yo sólo tiré la pelota, pero «la maldita ventana» estaba ahí.
Feliz fin de semana.
Un abrazo
No había pensado en la culpa, pero tiene muchísimo sentido. Gracias por el aporte, Malú.
Aquí no es la inseguridad la raíz de ese «odio», sino el egoísmo. Muy bien descrito en el ejemplo que has puesto, a mi parecer.
Por una parte, la persona trata de sentirse bien consigo misma (y de quedar bien ante el público, quizás) haciendo que se involucra. Pero, a la hora de la verdad, «saca el culo afuera». (Perdón. Es un dicho de mi tierra.) 😀
Cuando ve lo que briega la persona que queda al pie del cañón (que es natural que esté sobrepasada por las circunstancias) le recuerda que está siendo egoísta y, claro, el sujeto no desea reconocer el fallo en sí mismo. Es más fácil echarle al otro el peso.
Qué bueno. Ya tenemos otra explicación más para el tema. Muchas veces la razón de que estén «de uñas» con nosotros es ajena a nosotros mismos… Y esto viene muy bien para que reflexionen quienes se hallen en esa situación.
Una vez más, gracias por haber enriquecido la entrada.
¡Y feliz finde para ti también! Por aquí viene muy, muy fresquito. Besotes!
Sí, es un hecho, pero a veces el caer mal a alguien te puede costar el trabajo… a mi me ha pasado y no he podido hacer nada. He vivido un mobbing y nada que hacer. Donde no eres bienvenido mejor no volver.
A parte de todo esto muchas gracias por tus posts, me sirven de mucho en cuantiosas ocasiones.
Hola, Maite. Gracias por tus palabras.
Siento mucho que hayas pasado por esa experiencia. Acabo de ver que, por desgracia, es algo muy frecuente. En España se calcula que un alto porcentaje de funcionarios públicos es víctima de ese acoso (en la empresa privada la incidencia es menor). Y suelen sufrirlo más los trabajadores más cualificados y responsables, en muchos casos debido a la envidia de sus compañeros.
Encontré un artículo muy bueno sobre el tema AQUÍ.
Ojalá que pronto puedas dejar atrás todo esto.
Un saludo!