¿Cuántas tareas realizas en un día cualquiera? Son variadas y, seguramente, si las contaras te encontrarías con un número alto.
Ahora, ¿cuántas de esas tareas te brindan una sensación de progreso en lo que es importante para ti?
Identifica cuáles son esas tareas y dales prioridad respecto a otras, menos trascendentes. Ello hará que te sientas más a gusto HOY y en días sucesivos, si sigues con la misma estrategia.
¿Te atreves a comprobarlo?
Las actividades o tareas importantes son diferentes para cada persona, porque nuestras prioridades también lo son.
Entre las tareas que a mí me brindan sensación de progreso están: hacer ejercicio, escribir y estudiar. Puedo hacer muchas más a lo largo del día: limpiar, ordenar, responder llamadas, arreglarme el pelo, etc.
Como muchos de nosotros, tengo actividades de sobra, para no aburrirme. Pero selecciono. Y, entre ellas, doy prioridad a las que mayor satisfacción me reportan cuando llega la noche y pienso a qué he dedicado el día.
Procuro ocuparme de lo más importante por la mañana, que es cuando estoy más entera. Así, me aseguro el avance en las primeras horas. Pase lo que pase después, me llevo algún progreso.
Y, si el día discurre con normalidad, gracias al avance de la mañana, estoy de mejor humor para afrontar las tareas que sigan.
¿Cómo te organizas tú?
Las tareas que te brindan una sensación de progreso las decides tú. Pueden estar relacionadas con hábitos saludables, con tu trabajo, con tus relaciones, con objetivos a largo plazo o con otros asuntos.
No tienen porqué coincidir con las de otro. No tienes porqué concentrarlas en la primera parte del día, como me gusta hacer a mí.
Simplemente, identifica las que son. Dales prioridad respecto a otras. Y observa cómo eso se nota en tu estado de ánimo y en tu productividad a largo plazo.
A buenas horas fui yo a aprender esto. Está bien. 😉 Nunca es tarde para probar ideas que nos puedan funcionar. Espero que a ti también te sirva.