Permite que tus aciertos brillen

Cualquier momento es bueno para que dediques unos minutos a recordar tus aciertos o las cosas que sabes que se te dan bien.

De esa vista atrás vuelves con una alegría que pone un punto de equilibrio necesario cuando abundan las tristezas o las dificultades. Y es muy útil para levantar cabeza y sacar energía para enfrentarte a lo difícil.

Qué fácilmente pueden llegar a olvidarse esos puntos fuertes cuando uno se ve cercado por las preocupaciones, las inseguridades y demás protagonistas oscuros.

Reina la tensión y lo demás se opaca. Lo bueno se olvida.

alcanzando la luz

Como si tú no hubieras superado antes momentos complicados. Como si tus aciertos, tus logros y tus pequeños (o grandes) talentos se los hubiera tragado la tierra.

Bastan sólo cinco minutos (y no más) para retomar el equilibrio. Basta con que pasees por esos instantes en los que brillaste y en los que brillas.

Basta que recuerdes lo bien que te las ingenias para animar a tus amigos cuando están mustios, por ejemplo. Lo bien que cocinas o bailas o manejas la contabilidad. Qué sé yo.

Lo que sí sé es que tú, como todo el mundo, tienes puntos fuertes, días buenos, habilidades, aciertos. Y que puedes agarrarte a ellos y permitir que pongan luz cuando más nervioso, agobiado o deprimido te sientas.

Trae de vuelta la luz, la calma, la alegría, los aciertos. Porque también eso es tuyo y lo tienes dentro. Deja que brille esa parte de ti.

Esto es un imperativo cuando te ves de cara con obstáculos muy oscuros. Pero no es mala idea que lo practiques de vez en cuando. Para que, cuando te ronden las dificultades, te cueste menos hacer memoria.

Si quieres, pruébalo ahora. Dedica unos minutos a traer de vuelta esa parte que es lo mejor de ti y deja que ilumine el momento. Te aseguro que será un ejercicio agradable. 😉

Imagen de Diana Thorold