El miedo es un enemigo que entiende poco de razones. Pero, cuando baja la guardia, es hora de combatirlo con un pelín de sensatez.
Recordemos algunas verdades para poder plantarle cara al miedo…
1. Las cosas que valen la pena asustan
Hasta el cambio más positivo asusta, cuando te mueve de lo que conoces.
Asusta dejar un trabajo o una relación que no funciona. Asusta mudarse, casarse, abrir un negocio o plantar cara a las críticas del entorno.
Todos los grandes cambios que haces para mejorar dan miedo. Y, aunque «aterradoras» al inicio, pueden ser las mejores experiencias de tu vida.
2. El reto suele ser menos peligroso de lo que tú crees
El miedo es una respuesta emocional y, muchas veces, se desborda más allá de toda lógica.
Cuántas veces habrás estado sin dormir de los nervios antes de ir a una entrevista o a un examen… Cuántas te habrá dado miedo un viaje, una nueva relación o un proyecto ambicioso…
Y, una vez entrado en faena, viste que no era para tanto. No te comió. Seguiste de una pieza.
Recuerda esos momentos en los que pensaste: ¿Por qué me asustaría tanto de esto?
3. El miedo se vence dando un primer paso
Lo desconocido asusta. Como sabes, la primera vez que haces algo es la peor. La segunda cuesta menos.
Aproxímate y conoce el terreno, poco a poco. Conforme vayas experimentando y la situación se vuelva familiar, el miedo irá disminuyendo.
4. Si tú no lo controlas, el miedo te controla a ti
Si decides no hacer algo tras evaluar calmada y conscientemente las consecuencias que pueden derivarse de la acción, perfecto.
Pero, si dejas escapar la oportunidad únicamente porque estás muy asustado, el miedo está tomando la decisión por ti. No permitas que el miedo te arrebate lo que quieres.
5. Los valientes también tienen miedo
A los valientes se les reconoce porque, a pesar de estar asustados, se atreven a desafiar sus miedos.
Y valientes podemos ser la mayoría. Cuesta encontrar la persona que no tenga algún temor.
La diferencia entre los valientes y el resto está en que ellos han aprendido a sobreponerse al miedo buscando la manera de que éste no les detenga.
Claro que cuesta. Porque, si hay algo que podemos tener claro, es que miedo vamos a sentir muchas veces. ¿Valor para afrontarlo? No todas. El valor es más difícil de alimentar que el miedo.
Sin embargo, enfocándolo por el lado positivo (cómo no), sí hay una manera de evitar que el miedo tome el control y de que el valor vaya creciendo: Conociendo qué hay detrás de ese miedo.
Tratar de entender qué esconden nuestros temores no es tiempo perdido, ¿no te parece?
Imagen de zachstern