Comienza el cambio positivo que tú has elegido

Estás a punto de ponerte manos a la obra con un cambio que tú has elegido, por las razones que son buenas para ti.

Con la emoción del inicio conviven ciertas dudas, lo cual es natural antes de echar a andar. Pero dichas dudas no evitarán que arranques con buen pie y que sigas adelante, pese a las dificultades.

Comienza con el cambio positivo que has elegido

¿Cómo? ¿No estás tan seguro de aguantar?

1. Dale firmeza a tu decisión

Lo más importante para perseverar en tu objetivo es la determinación. Motivado ya estás, por las bondades que se derivarán del cambio. Sabes lo que quieres y por qué lo quieres.

comienza a andar

Refuerza ese deseo con una postura que no deje lugar a titubeos: ¡Quiero hacerlo y lo voy a hacer!

2. Date tiempo para planear

Para que la perseverancia funcione, necesitas hacer un plan. Y, para hacer el plan, has de investigar:

  • reunir información sobre el cambio que persigues,
  • trazar una ruta,
  • prepararte con lo esencial para echar a andar,
  • buscar los apoyos que necesites,
  • contar con los pasos atrás y las situaciones difíciles, para elegir cómo afrontarlos.

La planificación es importante, especialmente si has fallado en ese cambio en intentos anteriores. Y, si es así, llevas ventaja, porque tienes más información para armar el plan.

3. Enfócate en lo que sí quieres

¿Habrá obstáculos y problemas inesperados en el cambio que emprendas? Es muy probable.

Si los hay, intenta que los obstáculos no acaparen el protagonismo. Mira hacia adelante. Allí está lo que quieres. Piensa en cómo vas a hacer para resolver la situación en la que estés para acercarte. Usa tu creatividad, que para eso está.

4. Tómatelo como un viaje largo

Habrás de dar un paso tras otro, recordando cada día porqué estás haciendo lo que haces.

  • No corras y gastes tus energías en poco tiempo. Ve a tu ritmo y sé consistente.
  • No busques resultados ultra-rápidos, si tu cambio no se presta a eso. Sé paciente. Las prisas son una estrategia más arriesgada.

5. Celebra tus logros, todos ellos

El éxito no lo hace el último paso, sino la suma de todos. Comienza a celebrar desde el primero, ¡el de hoy!

Esas pequeñas victorias te ayudarán a recuperar el entusiasmo si encuentras días difíciles.

¿Estás listo? Pues, que comience la aventura. ¡Hoy es el día!

Date la oportunidad

Concédete la posibilidad de lograrlo o de avanzar en eso que quieres.

Hay personas que piensan que van a vivir más felices reduciendo al mínimo los esfuerzos y las dificultades, eludiéndolos.

alcanzar la luna
  • No fracasan en sus objetivos, porque no los ponen en marcha.
  • No se desgastan. (O prefieren desgastarse en otros asuntos.)
  • No sufren decepciones.
  • Su autoestima está a salvo de ser herida por los errores que cometan.
  • La gente no murmurará sobre sus desatinos.

A menudo, encubren su falta de acción con excusas endebles: la edad, la inexperiencia, la falta de aptitudes u otras, que no justifican que, al menos, se den la oportunidad de intentarlo.

Es cierto que no fracasan y que viven más cómodos. Pero también se están privando de la alegría enorme de construir eso que su corazón les pide.

  • Ellos miran la incomodidad. No miran la satisfacción que da hacer uso de tus recursos para crecer.
  • Miran los obstáculos. No miran la manera de superarlos, ni lo que van a beneficiarse cuando lo hagan.
  • Miran el dolor. No miran el camino de pequeñas conquistas, una tras otra, que tienen por delante.

La oportunidad de empezar

Tal vez, miran únicamente la parte más difícil del emprendimiento: el inicio. No ven que, una vez que se den la oportunidad empezar y de sumar acciones, el avance será más sencillo.

Despejarán dudas. Irán sabiendo más. Es posible que vayan llegando resultados positivos y alegrías.

No todo es incomodidad, fastidio, obstáculos, esfuerzo, fracaso, bochorno. Porque, si lo fuera, nadie lucharía por lo que quiere.

Hay momentos difíciles en cualquier proyecto. Y hay momentos muy felices, que compensan con creces el esfuerzo y las dificultades superadas.

Si bien los segundos no están garantizados, únicamente están a nuestro alcance si corremos el riesgo y nos damos la oportunidad de hacer lo que queremos.

¿Te la darás tú? ¿Te regalarás ese cambio positivo?

Imagen de James Jordan

Relacionado:


Categoría: