7 Soluciones para el MIEDO a comenzar en un TRABAJO

Esta entrada va de combatir el miedo a empezar con un nuevo trabajo. O un trabajo, a secas.

Vas a recordar 7 cosas muy útiles. Cosas que, cuando el miedo está dominando la situación, suelen olvidarse.

La inseguridad hace que por tu mente pululen inquietudes razonables, a tono con la situación. Aunque, si el miedo se sale de órbita, convierte el estreno del nuevo trabajo en una experiencia terrorífica.

  • Meterás la pata sin cesar.
  • Te encontrarás con problemas que no sabrás resolver.
  • Nadie te ayudará. Te culparán y abochornarán continuamente.
  • La empresa quebrará por tu causa y todos maldecirán a tus ancestros.
  • En tu actual trabajo, el plantel fenecerá al completo de la deshidratación cuando cruces la puerta de salida.

Ufff… Lo que puede llegar a pasar…

¿Se me ha ido la mano? Es que yo también tengo imaginación. Y he cambiado de trabajo unas cuantas veces. En estos tiempos, es común.

Miedo, ansiedad… Esos pueden ser tus acompañantes ante la incertidumbre, que siempre es incómoda.

Aquí tienes ideas para transitar el momento y armarte de confianza cuando estás por estrenar trabajo. (Enhorabuena, por cierto.)

empezar con un nuevo trabajo

1. Recuerda tus razones para estar ahí

  • Si tu objetivo era estar en ese trabajo, felicítate. Tienes algo más que una actividad con la que pagar tus facturas.
  • Si, justo al contrario, ese no es el trabajo de tu vida, recuérdatelo también. No quedarás abducido para los restos. Es provisional.

Los cambios grandes descolocan.

Equilibra tus inquietudes recopilando a conciencia cuantos puntos positivos se te ocurran. Especialmente, los que te llevaron a querer entrar en ese nuevo trabajo.

2. Recuerda por qué te han “fichado”

¿Te han contratado? Eso quiere decir (en la mayoría de los casos) que la persona competente para tomar la decisión te ha visto apto para el puesto.

Quizás tú estés hecho un manojo de nervios de la inseguridad. Pero, ya ves, desde fuera se ve distinto.

Alguien ha considerado aspectos positivos tuyos que puedes estar pasando por alto: tu carácter, tu actitud, tus conocimientos, tu experiencia, tu talento… Algo de eso.

3. Contén tu imaginación

En la cabeza puedes montarte una película que ni las de Hollywood. Sé consciente de que no todo lo que piensas durante el día es edificante o útil. (A todos nos pasa igual.)

Ojo con los pensamientos del tipo:

No ahondes en estas ideas, porque ya sabes que se deben al miedo.

abrumado en el trabajo

¿La propuesta? Sal de tu cabeza y dale a tu cuerpo cosas buenas: descansa, medita, haz ejercicio, relájate este fin de semana…

Acude a tus remedios preferidos para manejar el estrés de ahora y el que se deja venir. Seguro que tienes algunos (muy sanos) que suelen funcionarte.

4. Haz las paces con el fracaso

Comenzar en un trabajo dispara las probabilidades de cometer errores, más allá de que te hayas equivocado eligiendo empresa o negocio.

Pero eso no es nuevo para ti.

Has pasado por actividades y experiencias variadas. No todas han salido bien. Y aquí estás para contarlo.

En cuanto a lo que sí ha salido bien y a esas cuestiones que HOY manejas con pericia, no siempre fue así. Hasta aprender lo que sabes, tuviste días torpes, tropezones y fracasos, como todo el mundo.

Este que vas a abrir es un capítulo más.

5. Confía en tu experiencia

Muy probablemente, has resuelto otras pruebas en las que estabas perdido al principio. En su día, tal vez no te pareció que te ibas a desenvolver como lo hiciste. Pero, una vez que te viste en situación, te las arreglaste para avanzar.

Has pasado por ser “el nuevo” otras veces. Y, como poco, sabes que es una situación que caduca pronto. Pronto estarás aclimatado a tu nueva realidad.

6. Recuerda que los demás son personas también

Quienes van a trabajar contigo (si entras a un equipo) son personas imperfectas, con triunfos y fracasos a sus espaldas, como tú.

Ellos también han sido nuevos. Y, a no ser que se hayan olvidado de la experiencia, no esperan que tú lo sepas todo desde el principio.

Pero, tanto si es así como si no, haz tu parte. Pon interés y buena disposición en aprender y en llevarte bien con quien estés allí.

Esas actitudes suelen ser apreciadas.

7. Dite que sobrevivirás

Como ha pasado otras veces, sobrevivirás.

Vale. Hay trabajos en los que uno se juega la vida. Pero no es por anticipado, imaginándote los horrores que te esperan.

Hasta en ese caso, el miedo está ayudándote a pasar un mal trago extra. Espero que consigas hacerlo manejable.

Pasa el primer día en tu nuevo trabajo. Pasa el segundo. Despacito, a medida que vayas sumando, irás ganando en confianza.

¿Hay algún argumento sólido que te anime a pensar que esta vez no será así? 😉

¡Ánimo y adelante!

Gracias por leer.

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