El estrés avanza, anunciándose con un espeso humo negro de pensamientos negativos. Pero tiene los días contados.
Has decidido frenarlo, para manejarlo tú a él, en lugar de que sea al contrario.
¿Listo para poner freno al estrés?
Afortunadamente, hay variedad de ideas eficaces para este menester. Y, entre las elegidas en tu caso, podría colarse alguna de estas cinco.

1. Ponerte de tu lado
Tiene su dificultad, teniendo en cuenta que el estrés empuja para que dudes de tu capacidad para hacerle frente: ¡Oh, no! No voy a poder con esto.
Pero esta vez vas a portarte como un buen amigo para ti. Te dirás lo que te dice un amigo en estos casos. Te apoyarás y te cuidarás, como lo hace un amigo.
Eso te hace más fuerte, que sucumbir a los pensamientos negativos y machacarte emocionalmente.
2. Procurarte calma
Vas a tomarte un tiempo para pensar con calma, una vez que cesen las alarmas. Y, si la situación estresante puede ser interpretada de un modo más favorable, elegirás verla de ese modo.
Si no es así, al menos, estarás en condiciones de apuntar soluciones sensatas. O más sensatas de lo que se te ocurrirían en plena crisis, con los nervios de punta.
3. Acudir al buen humor

En la medida de lo posible, aprovecharás las ocasiones que se presten para relajar la tensión con aquello que te hace reír o sonreír.
El buen humor es un antídoto efectivo contra el estrés. Por tu parte no quedará que te lo administres siempre que puedas.
4. Tomar contacto con la naturaleza
Esta medida se cuela en tu plan anti-estrés por ser apetecible y muy sencilla de practicar. Le das alas a tu creatividad y se te ocurren algunas maneras para tener más contacto con la naturaleza:
- Dar un paseo por el parque por la mañana.
- Sacar la cabeza por la ventana para respirar aire fresco durante un par de minutos.
- Cerrar los ojos durante un descanso e imaginarte en medio tu escenario natural preferido.
- Utilizar salvapantallas de paisajes en el ordenador o en el móvil.
- Etc.
Si el contacto con la naturaleza te relaja, te las arreglarás para, de un modo u otro, encontrarte más con ella.

5. Priorizar las relaciones que te fortalezcan
También decides compartir más tiempo y dedicar más pensamientos a personas que promueven lo mejor de ti. Esas personas que amas o que son una influencia positiva en tu vida.
¿Podrían estar estas ideas en tu plan?
Considéralas, si gustas. Experimenta. Hazte con un repertorio que te funcione y úsalo.
Sea el que sea, te vendrá bien tenerlo. En un momento u otro, el estrés quizás crezca o se propague.
Recursos como ésos (ya ves lo sencillitos que son algunos) pueden ayudarte a que sigas fuerte mientras solventas lo que haya que solventar.