Hablaremos de algunos truquillos rápidos para relajarse, que no requieren de práctica. No son tan completos y eficaces como una relajación progresiva, pero pueden ayudar.
Parece un contrasentido. Si lo que queremos es «desacelerarnos«, ¿a qué viene lo de relajarse rápidamente? Pues, sí. Eso vamos a intentar.
Partamos de que, precisamente ahora, no tienes práctica con ninguna técnica de relajación progresiva, como esta de Jacobson, ni tiempo para comenzar con ella.
Podrías plantearte algo así en otro momento. Porque saber relajarse (con un hobby, con la meditación o con lo que gustes) te inmuniza contra los agobios. Anótatelo.
De momento, nos quedamos con la «relajación exprés«. Allá vamos.
7 Maneras de relajarse rápidamente
- Desayunar avena (tiene propiedades relajantes). Se puede acompañar con fruta del tiempo y frutos secos.
- Mover los labios curvándolos hacia arriba. Sí, eso. Sonreír. Ese gesto que puede parecer intrascendente transmite al cerebro un mensaje similar a: «Todo va bien.»
- Antes de dormir, meter los pies en agua calentita durante cinco minutos.
- Dejar de hacer varias cosas a la vez. ¿Qué es eso de planchar mientras se habla por teléfono y se vigila la comida de la cocina? De acuerdo. A veces no hay más remedio, pero hay que tratar de que sean pocas veces.
- Respirar bien (inhalar-exhalar). Cuando se está apresurado o tenso, se retiene más el aire sin que uno se de cuenta. Eso mismo produce malestar.
- Agarrar el dedo pulgar de una mano de tal forma que quede envuelto por la otra mano. Duración: de tres a cinco minutos. Después, cambiar de mano. Esta postura calma la ansiedad (dicen).
- El viaje mental. (Una de mis preferidas.) Toma unos minutos para visualizarte a ti mismo sonriendo, tranquilo y cómodo en un entorno agradable.
Nota: Por si no te gusta desayunar avena, hay más alimentos con propiedades relajantes. O, más bien, que al ser suaves, facilitan la digestión y con ello que te sientas mejor.
Y, si te han gustado estas ideas para relajarte en cuestión de minutos o te saben a poco, te dejo con una docena más.
12 Ideas más para relajarse rápidamente
Ampliamos el abanico de ideas. Algunas de estas puedes llevarlas a cabo incluso en el mismo puesto de trabajo.
Es hora de relajarse. Elige la opción que prefieras y… ¡a disfrutar de un día con menos tensiones!
1. Toma una ducha o baño con agua caliente/templada
Todo un clásico que no pierde efectividad con el paso del tiempo.
2. Escucha música relajante
Acomodarse unos minutos y dejarse llevar por sonidos o melodías que induzcan a un estado de calma.
La musicoterapia sí funciona. Pero cada persona ha de encontrar el repertorio de sonidos que provocan en ella uno u otro efecto. Esa búsqueda merece la pena, porque se trata de un recurso que, bien usado, es muy efectivo.
3. Haz yoga u otros ejercicios «lentos»
Hay disciplinas, como el yoga o el tai chi, que son populares por su efectividad a la hora de frenar el estrés. Si aún no las practicas, también puede servir lo siguiente…
4. Estírate
El simple hecho de estirar suavemente las extremidades después de llevar un tiempo en la misma postura es eficaz, ya que descongestiona y relaja los músculos aumentando su flexibilidad.
Muchos animales lo hacen naturalmente y les funciona.
5. Pide un buen masaje
También es un clásico por buenos motivos: alivia el estrés y otras molestias corporales; disminuye la presión arterial; mejora la circulación sanguínea y la flexibilidad, además de favorecer al sistema inmunitario.
Si tienes a alguien cerca que sabe cómo dar un buen masaje y quiere regalarte alguno o bien puedes darte el lujo de acudir a un profesional, perfecto.
Si no, ahí viene la siguiente idea…
6. Hazte un auto-masaje
Pequeños movimientos circulares con la llema de los dedos en las sienes alivian el estrés.
También se pueden masajear de esta manera otras zonas del cuerpo donde se acumula bastante tensión, como el cuello y los hombros.
Y si, como yo pasas mucho tiempo sentado, dedícale algo de atención también a piernas y glúteos.
(Hay que ser un poco discreto con esto, pero por experiencia te digo que funciona.) 😀
7. Ten cuidado con los imprevistos
¿Qué me dices de las llamadas de teléfono que interrumpen en el peor momento o cuando te «intercepta» un conocido en plena calle justo cuando te encaminas a atender otras prioridades?
Lo primero es lo primero. Hay que saber decir que no.
8. Libérate de micro-tareas engorrosas
Con estas nos referimos a ese conjunto de pequeñas acciones que hay que hacer obligatoriamente y que interfieren con otras tareas prioritarias.
Por ejemplo: llamadas que hay que hacer, e-mails que responder, compras inesperadas, recados, fregar los platos, etc.
Los especialistas en el manejo del tiempo recomiendan quitárselas de en medio cuanto antes, a la mayor brevedad posible. Tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán, ya que padecerán menos estrés por minucias de este tipo.
9. Regálate una siesta reparadora
Una siesta de 20 a 30 minutos obra maravillas.
Pasarse de ese tiempo puede aletargarte o afectar a la calidad del sueño nocturno, pero llevado a cabo con moderación es un poderoso hábito anti-estrés.
10. Ríe más
No nos cansaremos de ensalzar los beneficios de la risa y de invitar a todo el que lea estas líneas a reírse más.
Los estudios dicen que los niños ríen de media unas 80 veces al día y los adultos sólo 5 o 6. La razón por la que la mayoría de los niños sufre menos estrés que los adultos es porque se ríen más.
Alguien podrá decir que los adultos tienen más problemas que los niños, pero si mira hacia atrás podrá ver que problemas tenemos siempre.
¿Acaso no era fuente de estrés verse sobrepasado por una raíz cuadrada, por ejemplo? Cada edad conoce sus problemas. Luego esa no es una excusa válida.
11. Añade algo de variedad a tus días
Cuando la monotonía es la principal fuente de estrés, combatirla es cuestión de abrirse a distintas alternativas.
Aquí reunimos algunas de esas opciones para cuando la monotonía nos abruma.
12. Conduce sin nervios
Para todos aquellos que no somos amantes de los vehículos motorizados, la tarea de conducir puede volverse especialmente desagradable y estresante.
Hacer uso de la música, procurar que el coche huela bien (no a gasolina ni a plástico recauchutado), desplazarnos sin agresividad con otros conductores o mantener una respiración adecuada son actitudes recomendables.
No confundamos atención y concentración con ultra-tensión. (Esto me lo aplico sin dudarlo.)
Ejercicio relajante – 5 minutos –
Por último, por si te animas, aquí tienes un ejercicio para relajarte en 5 minutos.
Justo ahora, tu cuerpo está agarrotado. La tensión de estos días se han alojado en tu cuello y en tu espalda.
Empecemos por ahí… Préstate atención. ¿Cuáles son tus sensaciones?
Fíjate en la espalda. ¡Uy! Fíjate en las rodillas. Y sigue con el repaso… ¿Qué sientes?
Presta atención a tu cuerpo mientras respiras despacio.
Haz como si contemplaras un paisaje fijándote en cada detalle. Escúchalo y ve respirando cada vez más profundamente.
Haz esto y pronto comenzarás a notar el latido de tu corazón tranquilo, calmado…
Acomódate mejor donde estás y sigue respirando despacio. Cierra los ojos y concéntrate en tu respiración. No trates de controlarla. Solo, respira.
El aire entra por tu nariz. Observa cómo refresca tu cuerpo. Siéntelo, como si fuera una experiencia inédita. Fíjate en su recorrido. Acompáñalo.
¿Qué ocurre? ¿Te distraes?
Quizás te desconcentras porque notas que te pica el codo… O piensas en que tienes ganas de ir al baño. No pasa nada. A mí también me ocurre cuando estoy tan dispersa.
Deja estar esos pensamientos. Que se vayan, como si fueran nubes que pasan deprisa y nada más. Vuelve a la respiración. Respira… Siente…
Quizás el primer minuto de este ejercicio te parezca largo, sobre todo si es la primera vez que lo realizas. Ya verás que es distinto con la práctica.
Cinco minutos después te darás cuenta de que ha valido la pena. Tu cuerpo te va a agradecer este ratito de contemplación y te vas a sentir mucho mejor.
¿Qué tal?
Espero que este barrido de ideas te haya sido útil. Si no, no hay problema. Seguiremos ampliando el repertorio en el futuro.
Mientras tanto, que tengas un feliz y relajado día. 🙂