Ideas para escapar de la monotonía diaria

La rutina tiene su lado positivo; nos proporciona comodidad y seguridad. Sin embargo, vivir todo el tiempo inmersos en ella puede ser un aburrimiento.

Hay pequeñas variaciones que podemos introducir en nuestro esquema de vida para escapar de la monotonía y vivir algunos buenos momentos «extra«. ¿Apuntamos algunas?

Vamos a hacerlo a continuación.

Además, tienes por aquí unas cuantas propuestas para saborear los días y evitar la sensación de que son eslabones idénticos que pasan corriendo.

objetos perdidos

Escapar de la monotonía con pequeñas variaciones

Estas son ideas para hacer pequeños cambios muy simples.

➜ Cambios en los desplazamientos: Por ejemplo: tu ruta de siempre, por una alternativa. O, quizás, ir en bicicleta a trabajar en lugar de ir en coche.

➜ Cambios en las costumbres de lectura. En el periódico, por ejemplo. ¿Siempre lees una sección antes que otra? Pues hoy, no. A ver qué pasa yendo de atrás hacia adelante.

➜ Radio y televisión: ¿Has probado a ver lo que ponen en otras cadenas en lugar de tragarte el calamitoso informativo del mediodía?

➜ Almuerza en un sitio distinto, si se puede.

➜ Más de comidas: Prueba una distinta o cambia el desayuno de siempre por otro.

➜ Duerme en el otro lado de la cama, si no está ocupado.

➜ Échale una mano a otra persona. Y, si es de forma anónima, mejor.

➜ Sal a la puerta de casa unos minutos y mira cómo se critican los vecinos entre sí. Cuando te vuelvas a meter dentro, te despellejarán a ti. Pero… qué más da. (Esta es broma.)  😀

➜ Cambia unos muebles de sitio.

➜ ¿Un bailecito por la casa? Genial. ¿Y si pruebas a bailar algo que nunca antes hayas bailado?

➜ Canta en la ducha, por supuesto.

➜ Pon orden en los muebles de la cocina.

➜ Haz limpieza en el disco duro del ordenador.

➜ Pon a danzar a tus neuronas haciendo un sudoku o una sopa de letras.

➜ Ve a misa, reza o meditar. (Yo me quedo con ir a correr.)

➜ Disfruta de una siesta a las cinco de la tarde. Unos minutillos solo. Pero… ¡qué placer!

➜ Ve a una librería y curiosea por los estantes.

➜ Expresa cosas diferentes con los colores de tu ropa.

➜ Visita un museo o una exposición cercana.

➜ Varía tu rutina de ejercicio, quizás añadiendo algo.

➜ Mira las estrellas un rato, en lugar de lo que den por la tele.

¿Se te ocurren más? Faltan muchísimas. Son solo unos cuantos ejemplos de cómo puedes romper la monotonía con pequeños cambios.

Y he apuntado cambios que puedes hacer tú solo. También puedes darle emoción al día compartiendo actividades con otros.

Cómo evitar que los días se escapen sin tomarles el sabor

De las pequeñas ideas para sacudirte la monotonía en un momento dado, pasamos a las ideas que sirven para aprender a encarar los días de un modo diferente.

reloj cambiando

¿Te fastidia la sensación frustrante de que los días pasan sin pena ni gloria, calcados en obligaciones que te privan de hacer lo que te gusta?

A mí, también. Detesto no acordarme de si es lunes o miércoles, de tanto que se parecen los días. Y, en cuanto me descuido…

¡¿Ya es viernes?! No puede ser. ¿Dónde se ha ido la semana?

Si compartimos inquietud, aquí tienes propuestas para ponerle variedad y emoción a los días. Así, dejarán de parecernos tan monótonos y también disminuirá la sensación de que pasan a toda velocidad.

A ver qué te parecen.

➜ 1. Recuerda tus “porqués” cada día

¿Por qué haces lo que haces? ¿Qué motivo hay para que te levantes cada mañana y te pongas en acción?

Recuerda las razones importantes por las que te mueves. Tenlas frescas, especialmente cuando te asalte la sensación de estar encadenado a una monotonía asfixiante.

Lo que haces tiene sentido. Y, si no lo tiene, es hora de empezar a buscárselo, ¿no?

Lo siguiente sirve para eso.

➜ 2. Traza objetivos

¿Qué misión tienes para la semana? ¿Hay un objetivo que estés trabajando este mes o en la estación en la que estamos?

En caso de que estés trabajando en objetivos muy “grandes”, subdivídelos en pequeñas metas y date a la aventura de conquistarlas.

Los días tienen más emoción así.

➜ 3. Da más importancia a lo que has hecho

¿Tienes objetivos en el tintero? ¿Alguna actividad de la que piensas ocuparte algún día y aún no has encontrado la ocasión?

Yo también.

Habremos de tomar la decisión de ponerles fecha o despachar esas cuestiones para siempre. Pero no permitamos que la frustración de lo NO hecho (todavía) anule la celebración de lo que sí hemos hecho.

Haz recuento de tus logros, pequeños o grandes. Si cada día te estás moviendo, seguro que los hay. Toma nota de ellos.

➜ 4. Diviértete

Hazles sitio a la diversión y al descanso. Son importantes. Además de ayudarte a cumplir con tus responsabilidades, sirven para mejorar tus relaciones y tu salud.

¿Qué vas a hacer hoy para reír? ¿En qué momento del día vas a relajarte? Tómate la diversión en serio. De paso que sales de la monotonía, verás que mejora tu relación con el tiempo.

➜ 5. Haz más de lo que te gusta

Sé que no es posible dedicar el día entero a tus placeres preferidos. (Qué me vas a contar.) Todos necesitamos hacer cosas que nos vienen largas. Resultan pesadas, aburridas.

Pero, por si acaso pudieras recortar alguna, échales un ojo. Quítate compromisos y tareas que no se alineen con tu prioridades. Y dale ese tiempo a lo que sí te gusta.

➜ 6. Prioriza la calidad a la cantidad

Muchas veces, menos es más. Siempre que aproveches bien el tiempo:

  • no tienes porqué pasarlo mejor en un año sabático, que en una sola semana de vacaciones;
  • no tienes porqué pasarlo mejor en un día libre, que en 15 minutos en compañía de tu persona preferida;
  • o no tienen porqué cundirte más 4 horas de trabajo que una sola, muy bien organizada.

Si sientes que el día no tienes suficiente cantidad de tiempo para hacer lo que quieres, pon el acento en la calidad.

➜ 7. Prioriza las buenas compañías

Todo el tiempo que puedas ahorrarte en compañías nefastas, ahórratelo. Es muy valioso. Que se busquen a otro que les haga caso.

Piensa más en las personas que quieres y en las que te aprecian. Comparte más tiempo con ellas. Es una inversión de la que no te arrepentirás nunca.

➜ 8. Hazle sitio a la aventura

¿Has probado a hacer algo que salga de tus esquemas? Atrévete. Tendrás un episodio memorable en tus recuerdos.

¿Qué aventuras? Viajar, ponerte un disfraz loco en los carnavales, vestirte de un modo totalmente diferente, etc.

Pon la imaginación a volar y piensa en una pequeña (o gran) aventura con la que aderezar tu biografía.

Y, si adoptas la costumbre de vivir aventuras más seguido, mejor. Incluso si son pequeñitas, eliminan la monotonía en un tris.

➜ 9. Quédate en el momento

Practica la buena costumbre de enfocar tu atención en lo que está sucediendo ahora, en el momento presente.

Si te pasa como a mí, a días estarás especialmente disperso (sobre todo cuando surjan problemas). Pero eso no es excusa para seguir practicando. Y, con mucho más énfasis, cuando esos momentos sean placenteros.

➜ 10. Vigila tu relación con la tecnología

¿Qué pinta aquí la tecnología? Mucho.

Gracias a ella, el mundo te acompaña dondequiera que te muevas.

Y, si no te andas con ojo, el mundo irrumpirá cuando estés descansando, trabajando, disfrutando con tus amigos o metido con los cinco sentidos en cualquier experiencia gratificante.

Si estás muy enganchado, desconéctate a ratos para vivir lo que está sucediendo ante tus ojos. Dale toda tu atención.

 

Espero que alguna de estas ideas te sea útil.

En caso de que descubras que cometes fallos o que podrías organizarte para aprovechar mejor el tiempo, dalo por bueno. (Yo, que soy tan aficionada a estos temas, soy la primera en perder el norte a rachas.)

No te fijes tanto en lo que haces mal o en lo que no haces, sino en la pequeña mejora que puedas regalarte.

Quedémonos con el día de hoy, si te parece. ¿Has pensado qué vas a hacer hoy para que este día deje de ser uno más en la cadena monótona y que no se te escape sin tomarle el sabor?

Pues, ¡adelante! No estás solo en el propósito.


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