¿Te sientes estresado o de mal humor últimamente? Cantar te hace feliz y está comprobado que tiene cuantiosos beneficios para la salud.
En este artículo, descubrirás cómo cantar puede mejorar tu bienestar físico, emocional y mental.
¡Ponte a cantar! A ver qué pasa. Ya me contarás si después de cantar has notado algo de lo que sigue.
Beneficios de cantar (resumidos):
- Cantar mejora la salud física al fortalecer el sistema inmune, aumentar la capacidad pulmonar y reducir el estrés con la liberación de endorfinas y dopamina.
- Participar en un coro fomenta la conexión social, reduce la soledad y fortalece el sentido de comunidad.
- Cantar beneficia la memoria y las funciones cognitivas, ayudando a prevenir síntomas de demencia al activar áreas clave del cerebro.
- Relaja la mente, mejora el sueño y ayuda a combatir tensiones acumuladas (parecidos efectos a los de la meditación).
- En casos de párkinson, cantar apoya la recuperación del habla.
- A las personas con alzhéimer las ayuda con la comunicación y el estado de ánimo.
Beneficios físicos, emocionales y psicológicos de cantar
¿Has escuchado alguna vez ese refrán que dice: «El que canta, su mal espanta«?
No sé si lo crees o no, pero podrías probarlo alguna vez. Si estás nervioso, molesto, enfadado o ni sabes ponerle nombre a lo que sientes… El caso es que te sientes mal, prueba a cantar algo.
También habrás leído por algún sitio eso de que: «El pájaro no canta porque es feliz, sino que es feliz porque canta.»

Pues… ¡es cierto! Cuando canta se libera en su cerebro una sustancia que tiene un efecto similar al de una droga en el cerebro humano. Cantar le hace feliz.
Para las personas, cantar produce efectos en el organismo parecidos a los del ejercicio físico. Se trata de una actividad aeróbica, que hace que nos oxigenemos y mejore la circulación sanguínea, y también se liberan endorfinas, claro.
Cantar no solo mejora tu salud. También te hace feliz.
Cantar reduce el estrés
Cantar, además, tiene efectos parecidos a los de la meditación.
Estudios han demostrado que cantar ayuda a reducir el estrés y la ansiedad, al disminuir los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Las personas que cantan experimentan una sensación de calma y bienestar.
Esto sucede porque cantar propicia la liberación de oxitocina, conocida como la hormona de la «confianza», y la dopamina, que mejora el estado de ánimo.
Arrancarte con la melodía de una canción pegajosa, te ayuda a liberar tensiones y puede fortalecer tu seguridad personal. Más aun, si lo haces con frecuencia. Y no te digo nada si se te ocurre apuntarte a clases de canto.
Ponerte a cantar no solo te relaja mientras estás liberando los sonidos con tu voz. Al reducir tu estrés, también se fortalece tu sistema inmunológico y mejora tu capacidad para enfrentar las llamadas emociones negativas.
Más abajo vamos a ver cómo cantar en grupo multiplica los beneficios psicológicos.
Sí, cantar con otros crea una conexión emocional con los demás, lo cual disminuye los sentimientos de soledad. Y de todos es sabido que la soledad no deseada es muy estresante.
Mejora el estado de ánimo al liberar endorfinas
Reducir el estrés con la música tiene un beneficio extra: mejora tu estado de ánimo. Al cantar, el cuerpo libera endorfinas y serotonina. Estas hormonas generan felicidad y bienestar.
También disminuye el cortisol, responsable del estrés, como hemos visto.
Si tú acostumbras a dar rienda suelta a tus gorgoritos, habrás comprobado en tus carnes los efectos positivos de ponerse a cantar. Te entra una alegría en el cuerpo, que no es casual. Viene de la química en tu cerebro.
La producción de endorfinas hace que te sientas eufórico y relajado al mismo tiempo.
Disponte, pues, a entonar tu canción preferida. Y disfruta de la sensación de bienestar.

Fortalece el sistema inmunológico
Cantar mejora el sistema inmune. Claro, al reducir el estrés y mejorar los ánimos, ese estado emocional positivo fortalece las defensas naturales.
En un coro los beneficios aumentan.
Por una parte, nos encontramos con el beneficio más visible: la sensación de comunidad y la conexión emocional entre los integrantes del coro.
Por otra parte, el control de la respiración, que los miembros del coro han de sincronizar para que la obra suene en condiciones, es otro ejercicio saludable.
En definitiva, cantar puede hacerte sentir mejor física y emocionalmente.
Mejora la capacidad pulmonar y respiratoria
Cantar fortalece la función pulmonar al trabajar el diafragma. Este músculo se vuelve más flexible con el tiempo. También limpia las vías respiratorias, gracias a los cambios de presión del aire al cantar.
Esto ayuda a respirar mejor y puede ser beneficioso para personas con problemas respiratorios.
Además, cantar puede funcionar como ejercicio ligero para el sistema cardiovascular. Mejora la circulación sanguínea al oxigenar el cuerpo. La capacidad pulmonar aumenta al sostener notas largas o realizar prácticas de respiración controlada mientras cantas.
Dale salud a tu aparato respiratorio. ¡Que empiece el cante!
Estimula la memoria y la función cognitiva
Cantar activa el cerebro y mejora procesos cognitivos. Ayuda a las personas a recordar letras, ritmos o melodías. Esto funciona como ejercicio mental y previene síntomas de demencia.
Todos recordamos esos tiempos del colegio cuando memorizabamos información con cancioncillas. O hacíamos nuestras propias canciones para recordar datos para un examen.
No me digas que tú no has hecho esas cosas…
Estudios publicados en neurociencia han comprobado que cantar propicia la memorización y fortalece habilidades mentales.
Usar canciones como herramienta mnemotécnica facilita aprender palabras o datos nuevos. Además, al provocar emociones, refuerza los recuerdos.
Cantar hace que la mente se mantenga activa mientras disfrutas del momento.
Cantar con otras personas promueve la conexión social y el sentido de comunidad
Unirte a un coro o grupo de canto rompe el aislamiento social. Esta actividad genera un fuerte sentido de pertenencia. Al cantar en grupo, las personas sienten conexión emocional con los demás.
Por algo se inventaron los himnos, para cantar juntos y sentirnos uno.

Un estudio publicado en 2015 demostró que cantar fortalece las relaciones personales y fomenta un ambiente de comunidad.
Además, cantar en un coro ayuda a propiciar la confianza entre sus miembros. Compartir canciones y emociones crea lazos únicos.
Estos beneficios emocionales y físicos que derivan de cantar no solo te hacen feliz, sino que también mejoran tu salud general.
Reduce la ansiedad y mejora la autoestima
Cantar disminuye la ansiedad al liberar tensiones acumuladas.
Los talleres de canto han demostrado ser muy efectivos. Al cantar delante de otras personas, demuestras un plus de seguridad personal. Y eso puede beneficiar tu autoestima.
También te motiva a expresar emociones de manera positiva.
Tú dirás: «Eso es para los que cantan bien.»
Y yo te contestaría que cantar es para todos. Cantar nos hace felices. Verás que, si desafinas un poquito, no se hunde el mundo. Y, si te gusta cantar, siempre puedes acudir a unas sesiones de canto para mejorar tu técnica.
Cantar es bueno, aunque no salga perfecto.
Favorece la relajación y mejora el sueño
Cantar calma la mente y relaja los músculos. Esto reduce la presión arterial y el pulso, creando un estado de tranquilidad. Este efecto ayuda a combatir el estrés acumulado durante el día.
Muchas personas descubren que cantar antes de dormir mejora su calidad de sueño. Y no es de extrañar.
Cantar favorece una relajación profunda; un efecto similar al de la meditación. Y, gracias a un menor estrés, aumentan las probabilidades de descansar a pierna suelta.
La reducción del estrés supone un mejor descanso. Con lo que estamos ante una alternativa sencilla para quienes buscan dormir mejor y sentirse más felices al despertar.
Ya ves. Cantar puede ayudar a que el bebé se duerma. Y tú, detrás.
Cantar aumenta la circulación sanguínea y oxigena el cuerpo
Cantar activa la circulación sanguínea. Tus vasos se dilatan y más oxígeno llega al cuerpo. Esto mejora la concentración y la energía.
Además, si practicas con cierta frecuencia, cantar puede reducir la presión sanguínea.
También beneficia al sistema cardiovascular como el ejercicio ligero que es. Al respirar profundamente, los pulmones trabajan más y distribuyen oxígeno de manera eficiente.

Ayuda en la rehabilitación del habla y la voz tras enfermedades o lesiones
Por ejemplo, es el caso de las personas con la enfermedad de Parkinson.
Han probado los beneficios en la voz de una terapia de canto llamada ParkinSong, que se desarrolló en Australia.
Al parecer, el canto puede:
…aliviar algunos de los cambios motrices del habla asociados con varios trastornos neurológicos.
Esta intervención terapéutica utiliza el canto para mejorar distintos aspectos de la comunicación y, de paso, permite la interacción social. Ambas cosas mejoran la calidad de vida de los participantes.
Ayuda a personas con Alzheimer
Una terapia basada en el canto ayuda, en general, a las personas con enfermedades neurodegenerativas. Porque el canto estimula las áreas del cerebro asociadas a la emoción y la memoria.
Mencionemos a «Voces para el recuerdo«, que es una terapia dirigida a personas en estadio leve de la enfermedad de Alzheimer, y se propone estos objetivos con el canto:
- Mejorar la comunicación: Entre los pacientes, sus cuidadores y familiares.
- Estimular la memoria: A través de canciones entrañables para ellos.
- Fomentar la expresión emocional.
- Promover la interacción social.
- Mejorar el bienestar general: Al reducir la ansiedad, el estrés y los comportamientos problemáticos asociados con el Alzheimer.
Y luego para que haya gente que le quite importancia a la música. Cantar puede ser beneficioso y terapéutico para muchas personas.
Conclusión: Cantar te hace feliz
Los beneficios de cantar son numerosos, incluso cuando solo practiques lo de cantar en la ducha, mientras limpias o conduces.
Cantar te hace feliz y mejora tu salud. Ayuda a reducir el estrés, a elevar tu ánimo y a conectar con otros.
Es tan simple como poderoso: cantar es una actividad placentera, de las que no engordan, y apropiada para personas de todas las edades.
Cantar te hace feliz. Y a mí, también. ¿Qué tal si nos entonamos?