Nos referimos a ese tipo de reuniones en las que, por algún motivo especial, coincidimos con miembros de nuestra familia con los que no convivimos habitualmente.
Por ejemplo, las cenas navideñas, bodas, cumpleaños… o cualquier otro evento de los llamados «familiares«.
¿Te gustan las reuniones familiares? ¿Qué ventajas tienen?
Para algunas personas, este tipo de encuentros son la ocasión perfecta para compartir en familia anécdotas, opiniones y, por supuesto, un buen rato de diversión.
En cambio, para otras supone un auténtico fastidio, un compromiso ineludible que trae más dolores de cabeza que satisfacciones.
Confieso que me incluyo en este grupo.
Será que en mi familia no existe esa complicidad que hace que todos estemos a gusto cuando nos reunimos después de meses o años sin vernos.
Prefiero escaparme de esas reuniones, a costa de quedar muy mal. La suerte es que a mí no me importa cómo quede.
Pero ocupémonos de quienes sí pueden vivir esta ocasión como un buen momento…
Qué tienen de bueno las reuniones familiares
Casi siempre se produce esta convivencia alrededor de la comida. Lo ideal es charlar durante la misma y en la tertulia que se improvise después.
También se pueden organizar juegos para pequeños y mayores; ver películas familiares; hacer fotografías o revisar álbumes de fotos.
Lo importante es que quien organice el encuentro tenga la habilidad y la imaginación necesarias para conseguir que la mayoría se encuentre a gusto.
Y, quizás, que la presente reunión sea motivo de conversación en futuras citas familiares.
Añadimos que, además de tratarse de algo lúdico, las reuniones familiares pueden ser el entorno apropiado para brindar y obtener ayuda para solventar o aliviar los problemas de sus miembros.
Por ejemplo, es curioso que, a veces, este tipo de reuniones den impulso a proyectos empresariales o laborales, lo cual redunda en el bienestar de uno o varios miembros del grupo.
El caso es que convertir estos encuentros en algo divertido (o incluso productivo) depende de la familia en sí. Cada una es un mundo.
Así es que si hay buen ambiente entre los miembros de la familia y se suele disfrutar de esos encuentros, bien merece la pena este momento.
¿Qué piensas tú?