5 Ventajas de dejar de fumar en invierno

El mejor momento para dejar de fumar es ahora mismo. Sobre eso no hay discusión.

Y, si resulta lees esta entrada en invierno, déjame compartir contigo algunas ventajas añadidas de abandonar el vicio en estas fechas.

1. El frío quita las ganas

En este caso, quita las ganas de salir afuera para fumar entre tembleques. Con lo bien que se está abrigadito en interiores…

invierno

El número de cigarrillos puede reducirse drásticamente si, en lugar de salir fuera cada vez que tienes ganas de fumar, vas retrasando el momento de hacerlo.

2. Los resfriados

Qué fácil es resfriarse en invierno, cuando se fuma soportando una ola polar…

Y el tabaco, más allá de que sabe asqueroso durante tiempo de enfermedad, no alivia la irritación y dificultades respiratorias, sino todo lo contrario.

Tampoco cuesta en este caso privarse de unos cuantos cigarrillos, ¿verdad?

3. Se queman más calorías

En invierno quemamos más calorías que en verano, dado que nuestro organismo tiene que trabajar un poco más para mantener la temperatura corporal. (Fuente) Trabaja calentando la piel y el aire que llega a los pulmones.

Aunque tampoco te creas que se queman muchas calorías más. Tendríamos que estar al borde de la congelación para que se note el asunto. Por lo que el truco de pasar frío tampoco es que sea muy recomendado en caso de que pretendas perder peso.

Sin embargo, ayuda aunque sea mínimamente. Y supone un consuelo para quienes aumentan de peso cuando retiran la nicotina del cuerpo. Si engordan, será un poquitín menos.

4. El estado de ánimo

Cuando el calor aprieta, además del cuerpo, se caldean las emociones.

En el verano el hipotálamo segrega adrenalina para mantener la temperatura corporal. Esto hace que la gente se enfade más, mucho más. (Fuente)

La mala leche aumenta conforme sube el mercurio y esto no ayuda nada a soportar la abstinencia de tabaco (sobre todo a quienes estén alrededor del ex-fumador).

En invierno las emociones suelen estar más aplacaditas, salvo que te dé un bajonazo de tristeza. Pero, para mí, es más fácil de manejar el abatimiento invernal que el ataque de ira homicida veraniego.

¿Para ti, qué tal?

5. Los días son cortos

En este punto del planeta los días de invierno tienen muchas menos horas de luz que los de verano.

¿Qué ventaja es ésa?

Veámoslo así: Si tú estás con un bajón de ánimos (acrecentado por la abstinencia de nicotina), puedes irte a dormir a las 7 de la tarde, que ya es noche cerrada.

¡Hala! Otro día sin fumar y mañana será otra historia.

Ventaja extra: El Año Nuevo

Clásico donde los haya es el propósito de dejar de fumar que se formula cuando suenan las campanadas del nuevo año.

Muchos dejan de fumar tan sólo unas horas, pero también hay quienes consiguen cumplir su propósito. ¿Por qué no estar entre ellos?

Mejor, si se comparte el propósito con otra persona que haya decidido dejar el vicio. Aunque tampoco esto es imprescindible.

Lo que suena muy bien es eso de: «Año Nuevo, Vida Nueva«.

Estrenar un año nos brinda la emoción de un nuevo comienzo, de nuevas oportunidades, de vivir de un modo distinto. Eso también puede aprovecharse.

¿Añadirías tú alguna ventaja más que tenga dejar de fumar en invierno?


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