A estas alturas, todo el mundo sabe que el humor aumenta el bienestar, reduciendo el estrés y las emociones negativas.
También es cierto que la resolución del problema no llega únicamente por “reírse de él”.
Sin embargo, la actitud ante el mismo es tan importante como la aptitud para resolverlo, ya que el estado de ánimo determina las acciones que se van a llevar a cabo para resolver el problema.
En los procesos relacionados con el estado de ánimo tiene bastante peso el componente hereditario. La persona nace ya con cierta predisposición a desarrollar el sentido del humor o a no hacerlo.
Sin embargo, no sirve de excusa decir que “se es” de una manera o de otra, ya que en el sentido del humor tiene mayor peso el componente adquirido.
Es decir, es una capacidad que se desarrolla con el tiempo y que requiere de un entrenamiento.
El humor también se aprende
Adoptar una actitud positiva ante la vida puede resultar muy complicado para las personas que están acostumbradas a ver el lado negativo de las situaciones, pero si se hace el esfuerzo de fomentar el humor a diario obtendremos beneficios con creces.
Como apuntamos anteriormente, el humor influye en las decisiones que tomaremos para resolver un problema; contribuye a nuestra eficiencia a la hora de abordarlo.
Pero hay más ventajas…
Gracias al humor, podemos mantener el equilibrio ante una situación conflictiva, ya que el sentido del humor nos hace observarla desde otra perspectiva.
Además, debido precisamente a lo anterior, el sentido del humor desarrolla la inteligencia y la rapidez de reflejos.
Nuestra mente se enfrentará al problema “dándole la vuelta”, sacándolo de contexto y buscando una respuesta rápida y creativa.
Y, entre los efectos beneficiosos del humor que notaremos más rápidamente, están los orgánicos.
La risa es una de las mejores medicinas para el organismo: relaja, ya que favorece que entre más oxígeno en el cuerpo; reduce la presión arterial; estimula la producción de endorfinas (que son las “hormonas del bienestar”), etc.
Simplemente, sonriendo un poco más a diario nos sentiremos muchísimo mejor. ¿Por qué no procurarlo?
Actualizo la entrada.
Lo procuré y lo confirmé en los muchos años que han pasado desde que escribí lo de arriba.
Te dejo un par de cosas más que aprendí sobre el tema:
Comentarios
5 respuestas a «Afrontar los problemas con sentido del humor»