El mono ataca. Estás dispuestísimo a aguantarte las ganas de fumar, pero nadie dijo que fuera fácil.
¿Qué haces en este trance? ¿Cómo ganas la batalla?
Aquí tienes 10 ideas para resistir, por si alguna no está en tu repertorio y te sirve. (La imagen del dinerillo es motivadora, ¿a que sí?). ¡Venga con las 10!
¡Hay que aguantar sin fumar!
1. Retrasa el momento. Dite a ti mismo que aguantas 10 minutos sin fumar. Haz otra cosa en ese tiempo. Verás que la necesidad mengua bastante. ¿Vuelve a atacar el mono? Repite otros 10 minutos. Y otros 10… Y otros.
2. No caigas en el «solo uno». Si te fumas un cigarrillo para que pase el malestar, sé consciente de que es muy probable que ese te lleve a otro. No te engañes. Resiste.
3. Evita situaciones relacionadas con el tabaco. Ya que has identificado los momentos y actividades que han estado relacionados con fumar, intenta evitarlos o modificarlos.
Ejemplos: El clásico cigarrillo de sobremesa. Después de comer, levántate y date un garbeo por el barrio. ¿Eres de los que fumaban durante una conversación telefónica? En lugar del cigarrillo, ocupa tus manos con bolígrafo y libreta.
4. Muévete. El ejercicio físico te distrae y, además, reduce la intensidad del mono. Elige actividades que te mantengan en movimiento. Si no eres muy deportista, ahí están los paseos, las tareas domésticas o lo que se te ocurra.
5. Recurre a técnicas de relajación. Ya quedaron atrás esos tiempos feos en los que, para calmar los nervios, te encendías un cigarrillo. Ahora tienes más alternativas. Suerte que hay muchas: ejercicios de respiración profunda, yoga, masajes, etc.
6. Acude a tus apoyos. Si cuentas con el apoyo de ciertos familiares o amigos, ahora es el momento de darles la lata (es broma… o no tanto). Llámalos. Queda con ellos para ir al cine o hacer calceta.
7. Recuerda los beneficios de dejar de fumar. Dejaste de fumar porque tenías tus buenas razones. Ahora es el momento de recordarlas. Repásalas una a una en tu cabeza o recitándolas en voz alta.
8. Mira en Internet. ¿Te das cuenta? En Internet hay mucha gente con el mismo problema y lugares donde se encuentran personas que están pasando por lo mismo que tú. Además de animarte, sus experiencias pueden ser muy útiles para manejar situaciones críticas como esta. Aprende y comparte.
9. Prueba con sustitutos del cigarrillo. El médico o el farmacéutico pueden orientarte sobre los productos más adecuados para tu situación: Parches, chicles, inhaladores, etc. Si necesitas estos recursos, úsalos.
10. Llévate otra cosa a la boca. Come fruta u otra cosa que llene y no sea una bomba calórica. ¡Ah! Y están los consabidos chicles y caramelos de azúcar, como tú sabes. Haz tu inventario de emergencia de esto también.
Lo más importante: ¡Aguanta! Cada cigarrillo que dejas de fumar estás más cerca de la victoria. En este caso, quien resiste… GANA.
Fuente: Mayo Clinic.
(Enlace de afiliado.) [amazon_link asins=’8423935825′ template=’ProductAd’ store=’tusbuemom-21′ marketplace=’ES’ link_id=’9bd5b4e2-4254-11e8-9738-e985da5a8ccd’]Si quieres que no te flaquee la determinación, el libro de Allen Carr puede ayudar. ¿Te suena? Es raro que no lo conozcas. Ha ayudado a miles de personas a dejar el tabaco.