Conoce a tu miedo y aprende de él

Decíamos que el miedo es la emoción que más nos aleja de la felicidad.

Esto es así, especialmente, cuando nos paraliza sin que podamos avanzar en la dirección que nos gustaría.

Podemos decir que acarrea un sufrimiento doble: Primero, el del propio miedo; segundo, el de la frustración de no lograr lo que deseamos.

¿Y será que tiene alguna ventaja? Pues, sí. La más evidente es que nos libra de los peligros.

Pero muchos de esos miedos no se centran en peligros “reales”, sino en pensamientos gracias a los que nos asustamos cuando, objetivamente, habría poco o nada que temer.

Claro que eso no lo sabemos cuando comienzan a temblarnos las piernas…

miedo

Ésa es la razón por la que es importante conocer el miedo y aprender de él: para superarlo y que eso nos sirva más adelante.

Aceptando el miedo

Para plantarle cara al miedo (u a otra emoción negativa) el primer paso es aceptarlo.

Conociendo al monstruo

Hay miedos reveladores, que nos muestran alguna recóndita parte de nosotros que no hemos explorado.

Y también hay miedos recurrentes, que sabemos que nacen de la necesidad de seguridad, de ser aceptado, aprobado por otros, etc.

Sea como sea, el miedo nos abre interrogantes. ¿Por qué? ¿Para qué?…

Y esos interrogantes nos muestran un camino. Un camino que puede ayudarnos a vencer esa situación.

Contraatacando

Todos tenemos miedo. La diferencia es que quienes lo superan llegan a esta parte: la acción, apoyándose en los puntos fuertes.

Es como si se pusieran a ambos lados de una balanza el miedo y las razones para vencerlo. De lo que se trata es de que pesen más esas razones.

Desmontando el miedo

Cuando se consigue que esas razones pesen lo suficiente como para lanzarse al objetivo, el miedo se hace más pequeño.

Lo mejor es que, en muchas ocasiones, podemos observar que ese miedo había sido “engordado” por nuestros pensamientos.

Como, por ejemplo, el de alguien tenía miedo de hablar en público y luego comprobó que no ocurrió el cataclismo que había previsto en su cabeza.

Constatar esto nos ayuda a comprender y manejar mejor el miedo; algo muy útil, además de para lograr un objetivo, para afrontar las experiencias que vendrán.

Imagen de stuant63


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