¿Harás balance del año que termina?

Cuando estamos tan próximos a iniciar un nuevo año, es excitante plantearse cambios positivos. Cuesta poco dejarse envolver por la ilusión que brinda un nuevo comienzo.

Pero, antes de comenzar “lo nuevo”, también es interesante hacer balance de lo que hemos vivido en los últimos doce meses y quedar en paz con ellos.

¿Qué emociones despiertan al hacer balance del año?

A no ser que el año haya sido extraordinariamente espantoso o maravilloso, las emociones suelen ser variadas.

De un lado, recreamos la alegría por los logros y por todas las experiencias positivas que hemos vivido.

Del otro, la frustración o la tristeza de los momentos difíciles y de los propósitos fallidos, si nos embarcamos en alguno con malos resultados.

Coexisten pérdidas y ganancias. Y, tanto unas como otras, han sido oportunidades para crecer.

hacer balance del año

Ahora, que estamos a punto de despedir un año, la ocasión se presta para ver cómo hemos cambiado; para tomar las lecciones que hemos aprendido; para decidir con qué equipaje queremos seguir y cuál deseamos dejar atrás.

Es un capítulo que acabamos. Tal vez, con él pongamos el punto final a asuntos que no tiene caso que continúen en el capítulo que está por comenzar.

No tenemos por qué entrar en un nuevo año para hacer balance del camino recorrido. Pero la fecha lo pone fácil y lo podemos aprovechar.

Preguntas personales para hacer balance del año

A ver si el balance nos anima a pensar en qué queremos hacer en el nuevo año que comienza.

  • ¿Hubo algún gran cambio este año? Si es así, ¿a qué se debió? ¿Cómo fue?
  • De todos los días del año que se va, ¿con cuál te quedarías? ¿Hay una fecha que resaltes? ¿Por qué?
  • ¿Conquistaste algún objetivo? ¿En cuáles sigues trabajando?
  • ¿Cuál fue tu mayor acierto? ¿Y tu mayor equivocación? ¿Qué aprendiste de ellos?
  • ¿Aprendiste otras cosas este año? Entre ellas, ¿destacarías algún descubrimiento especial?
  • ¿Qué te inspiró? ¿Qué personas? ¿Qué libros? ¿Qué música?
  • ¿Cómo han evolucionado tus relaciones? ¿Cuáles mejoraron? ¿Terminó alguna de ellas? ¿A qué persona te gustó conocer?
  • ¿Cuál fue tu mejor inversión este año? ¿De cuál obtuviste más frutos? (No tiene porqué tratarse de dinero. Piensa en una inversión de tiempo, en una inversión emocional…)
  • De todo lo que has hecho habitualmente durante el año, ¿qué te gustaría haber hecho más? ¿Qué te gustaría haber hecho menos?
  • ¿Terminas el año con un deseo para el siguiente? ¿Un proyecto que te gustaría realizar? ¿Un cambio? ¿Una experiencia que quieres probar?

Basta escarbar en los recuerdos para ver que estos más de 300 días nos dejan un legado en experiencia. Nos haya ido mejor o peor, todos hemos aprendido algo en este tiempo (por poquito que sea).

estrenar año

Después, a estrenar año y página

Movámonos al nuevo año quedando en paz con los errores y con lo todo lo que no fue maravilloso. Movámonos teniendo en mente qué es lo que más nos importa.

Empecemos el nuevo año siendo conscientes de lo que hemos aprendido en este y con la vista puesta, a partir de ahí, de lo que deseamos construir o experimentar en el siguiente.

Tal vez, para unirnos a lo que hacen otras personas, podemos comenzar con un nuevo hábito a partir del día 1.

¿Qué me dices? ¿Le encuentras sentido a poner un punto final, para empezar el siguiente año en paz, con las ideas claras y con ganas de regalarte un buen cambio?

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