Cuando aprendemos a organizar nuestro tiempo, logramos más objetivos y somos más libres.
Sí, más libres, aunque los más bohemios nos cuenten que nos estamos comportando como robots que no disfrutan de la vida. En realidad, es al contrario.
Son quienes no saben organizarse quienes pierden la libertad, al no tener control sobre su propio tiempo.
Valga esta declaración de principios para apuntar más ideas que nos ayuden a gestionar nuestro recurso más valioso.
¿Listo para maximizar tu productividad diaria?
En esta ocasión, comentaremos los consejos que nos deja Connie F. Shih, en Pick the Brain. Vamos con ellos.
1. Recuerda tus principales propósitos al empezar el día
¿Qué dirección lleva tu vida? ¿Cuáles son tus metas más importantes? Déjate inspirar por ellas antes de poner el pie fuera de la cama.
Además de para motivarte, esto sirve para que tus acciones durante el día estén alineadas con tus propósitos principales.
2. Haz una lista dividida en tres secciones
Primera sección: Aquí apunta las dos o tres tareas (no más de eso) que hoy vas a hacer relacionadas con tus objetivos a medio-largo plazo.
Segunda sección: Dedicada a las tareas obligatorias cotidianas. Anota lo más importante.
Tercera sección: Para los compromisos que no cuadren en ninguna de las dos secciones anteriores.
¿Qué vas a hacer? Enfocarte principalmente en las 2 ó 3 cosas que hayas escrito en la primera y en la segunda columna.
3. Aprovecha las transiciones entre actividades
Intercala descansos entre las tareas o actividades que te ayuden a desconectar entre una y la siguiente.
¿Qué tal una siesta, un paseo para despejarte o una rutina de ejercicio para reactivar la circulación? Lo que tú consideres apropiado.
4. Haz lo más difícil en primer lugar
Lo más difícil, a primera hora de la mañana. O bien, ocúpate de ello cuando tengas más energía, en caso de que no seas madrugador.
Lo esencial es que no aplaces lo más pesado para hacerlo a última hora del día.
5. Evita distracciones tontas
Cuando estés trabajando en una tarea, trata de estar lo más concentrado posible en ella.
Evita distracciones e interrupciones que harán que tardes más en terminarla y llegues más cansado a la siguiente.
6. Reserva un tiempo para compartirlo con otras personas
Por mucho trabajo que tengas, comparte un ratito cada día con las personas que son importantes para ti. Hemos de cuidar de las relaciones.
Conectar con otras personas es esencial para mantener la cordura y vivir bien.
7. Haz balance al final del día
Antes de irte a dormir, repasa qué has hecho. Alégrate por los pasos que has dado en este día y revisa qué detalles puedes ajustar para ir mejorando tu organización.
Después, respira tranquilo. Relájate y no pienses en nada relacionado con el trabajo cuando estés esperando a Morfeo.
Y aquí tienes una técnica complementaria…
Una técnica poderosa para aumentar la productividad
Sobre técnicas organizativas para aumentar la productividad en el trabajo hay mucho escrito y cada persona, según sus circunstancias, puede elegir las que prefiera o las que mejor le funcionen. Sin ir más lejos, Internet está lleno de consejos.
En este blog también tenemos algunos posts sobre productividad a los que hoy sumamos una técnica simple, sencilla, pero increíblemente poderosa.
Según Steven Aitchison, su promotor, es capaz de elevar la productividad de una persona al máximo.
Se trata de…
Trabajar como si al final del día tuvieses
que explicar en qué has invertido cada minuto.
Es como simular una auditoría, sólo que el auditor eres tú mismo. Y, aunque parezca simple, esta técnica ofrece dos ventajas a considerar:
- Al tener que explicarte a ti mismo en qué has invertido cada minuto, te darás cuenta de en qué estás perdiendo tiempo. Y, cuando sepas de qué se trata, podrás tomar medidas para evitarlo.
- Eres plenamente consciente de lo que haces o, al menos, se reduce ese tiempo en el que el pensamiento vaga por rumbos desconocidos. Es decir, trabajas de forma diligente.
Cuesta trabajo mantener ese nivel de concentración para quienes no estamos acostumbrados, pero, como siempre, el truco está en la práctica.
Personalmente, me gustaría adoptar este «estilo consciente» tanto en el trabajo como en el placer. Así, al hacer balance por la noche, podré tener la sensación de haber aprovechado el tiempo.
¿Qué hay de ti?