Dejar de fumar rodeado de fumadores

¿Qué ocurre cuando te propones dejar de fumar y en el entorno hay un montón de gente enganchada? ¿Abandonas tu objetivo?

Tienes mucho mérito, en serio. Lo digo pensando en varios exfumadores que conozco, que dejaron de hacerlo pese a estar en un entorno que ayudaba más bien poco.

Sin duda, es mucho más llevadero dejar el tabaco cuando nadie a tu alrededor fuma. (Yo tengo muchísima suerte con esto.)

Porque, entre los fumadores que pueden rodearte, encontrarás reacciones variadas cuando te decidas a dejarlo.

mucha gente

Los hay que te apoyarán. Incluso dejarán de ofrecerte tabaco y de echarte el humo en la cara mientras fumen.

Y también están ésos que boicotearán tu intento, de manera inconsciente o deliberadamente.

Ten en cuenta que dejar de fumar supone una lucha que NO todo el mundo tiene las ganas de afrontar en un momento dado.

Poder, puede dejarlo cualquiera que se lo proponga en serio. Pero las ganas no las regalan. Ésas tiene cada uno que ponerlas por su cuenta.

¿Qué es lo que pasa? Que tú dejas de fumar y, lo quieras o no, te conviertes en un recordatorio con piernas de lo que esta gente fumadora no se ve con valor de intentar.

¡Te has atrevido!

En ese momento, es clásico que llegue el típico aguafiestas a decirte: “Ya recaerás. Yo lo dejé también hace dos años y… mírame.”

Gracias al cielo que hay fumadores que te animan y que te miran con admiración. Pero también están esos cenizos (nunca mejor dicho, por lo del cigarrillo).

¡Oh, sí! Seguro que tú también los has encontrado. Y seguro que sabes qué es lo que hay que hacer cuando vengan a desanimarte: Ni puñetero caso.

Aléjate de sus humos. No eches de menos esa cárcel. ¡Aguanta!

Si acaso, mira con compasión a todo aquél que sigue atrapado. Quizás, pronto alguno de ellos se atreva a asumir el reto que tú vives ahora. Si no lo hace, pobre de él (o de ella).

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