Hay personas que se paralizan a la hora de elegir una fecha para dejar de fumar y no volver a encender un cigarrillo a partir de ahí.
En lugar de hacerlo así de bruscamente, prefieren ir reduciendo poco a poco el número de cigarrillos que fuman por día.
¿Es una buena idea reducir el consumo de cigarrillos?
Quienes están a favor, suelen apoyarla, básicamente, con tres argumentos:
- Al fumar menos cigarrillos, el daño para la salud es menor.
- Dejar de fumar gradualmente asusta menos que dejarlo de golpe.
- Mientras disminuyes el consumo, puedes ir cambiando de hábitos.
1) Menos cigarrillos, menos daño
Ojalá fuera así. Pero hay estudios que demuestran que, cuando se fuman menos cigarrillos, los fumadores tienden a inhalarlos de manera más profunda. Con lo cual, suministran al cuerpo la misma dosis de nicotina que antes, si no es que más.
Más claro, fumar menos no es más saludable.
2) Dejar de fumar gradualmente es más sencillo
Da menos miedo la idea, de acuerdo. Pero no es más sencillo. Porque, al ir reduciendo cigarrillos, tienes que pasar más veces por las sensaciones molestas de la abstinencia.
Se supone que, como estás reduciendo el consumo, cada día sufres un poquito más. Y vas prolongando los síntomas de la abstinencia por semanas o meses.
Eso, si no lo mandas a la porra de una vez y vuelves a fumar lo mismo que antes.
3) Te da tiempo a cambiar de hábitos
Eso hay que pensarlo antes, mientras se es aún fumador. Improvisar sobre la marcha es un riesgo.
Es más fácil estudiar cómo fumas, en qué situaciones, diseñar y poner en marcha el plan con antelación. Por ejemplo, empezar a hacerle sitio al ejercicio físico, a un hobby, a una actividad que sustituya las tardes de tertulia cafetera (con amigos humeantes), etc.
Eso sí, como cada persona es un mundo, a ti puede que te funcione esta estrategia de ir reduciendo hasta dejarlo por completo.
En todo caso, no olvides prepararte bien, alimentar tu motivación para dejar de fumar, elaborar un plan que se ajuste a ti… En fin, esas cosas que tanto repetimos.
Y, si decides ir disminuyendo el consumo hasta dejarlo definitivamente, trata de que no sea un período largo. Hazlo lo más corto que puedas. Seis semanas, a lo sumo. Será más sencillo para ti.