5 Formas de “des-complicar” las relaciones personales

Los seres humanos necesitamos conectar con otros; amar, compartir, descubrir… ¡Qué maravilla! Buena parte de lo que vivimos sólo tiene sentido porque existen los demás.

Eso no quita que, a veces, las relaciones nos compliquen un poco la existencia. Pero esas complicaciones no siempre se deben a los demás. ¡Puede ser uno mismo quien las genere!

Conforme uno va creciendo se plantea estas cosas.

O, bueno, eso hice yo cuando me di cuenta de que yo solita podía ahorrarme mucho estrés y malos ratos en las relaciones, al margen de lo que hicieran los demás.

Mira, si no, cuántas tensiones pueden aligerarse con simples costumbres como éstas:

conversando

Mentiras, las justas

Hay personas que mienten sin que eso les produzca el menor cargo de conciencia. Tienen mucha facilidad para eso. Otros no la tenemos.

¿Para qué pasar el estrés de que la mentira quede al descubierto? ¿Y lo que se deterioran las relaciones cuando esto ocurre?

Por mi parte prefiero decir la verdad o no decir nada, incluso cuando la mentira sea una salida “fácil”.

Por cierto, hay un estudio reciente que habla de eso: a menos mentiras, menos estrés.

Admite tus errores

Equivocarse no es plato de buen gusto, especialmente cuando son errores sonados. El mal momento no nos lo quita nadie, pero ¿para qué añadirle sufrimiento?

Negar los errores, camuflarlos, huir de ellos… Ese esfuerzo nos lo ahorramos al decir: Me he equivocado.

Que sí; que hace falta tener valor. Pero a la larga, también compensa.

Sé tú

Fingir que uno es más inteligente, más interesante, más popular y más maravilloso que la constelación de Orión, desgasta. Desgasta mucho.

Sí, lo hacemos porque necesitamos gustar a los demás, que nos acepten y nos quieran, pero no compensa.

¿De qué sirve que quieran a una imagen que no es real? ¿Y lo que cuesta mantenerla?

Yo prefiero que me quieran así, como soy: con mis encantos y defectos, como los tiene todo hijo de vecino.

No te tomes las cosas tan a pecho

Me estoy acordando de cuando era jovencita y me pasaba llorando alguna tarde por algún comentario horrible que alguien me había hecho.

La ventaja de cumplir años es que uno se va curtiendo y va dándole cada vez menos importancia a esas situaciones. La piel se hace más dura.

Y uno también aprende a desgastarse menos emocionalmente; a quitarle importancia a ciertos gestos de los demás.

Será gracias a la experiencia, a la sabiduría que deja y a la propia Naturaleza… Cuando uno crece tiene que administrar mejor sus energías y el drama es tan agotador…

Elige bien

Elige a personas que te acepten como eres, que te respeten, que te apoyen, ya sabes… Y dales tu confianza, tu cariño, tu lealtad.

Por ahí encontrarás a más de uno que no merece todo eso bueno de ti. ¿Para qué esforzarte en darle lo que no puede apreciar?

 

Lo anterior no implica que yo haga perfectamente cada una de esas cosas. Es, simplemente, el sendero por donde me muevo; el que me sirve a mí.

Si tú has puesto en práctica otras ideas para quitarles complicaciones a las relaciones humanas, genial.

Y, si has hecho justo lo contrario porque a ti te va mejor complicando e intensificando las cosas, también. 😀

Imagen de Ame Otoko


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