¿Qué hay de malo en equivocarse? Todos lo hacemos y más cuando estamos en nuestro «minuto tonto» del día. 😆
Los errores han de ser vistos como algo natural, incluso positivo. Sólo se equivoca aquél que intenta hacer algo. Eso, por sí sólo, es bueno. Y más bueno todavía será sacarle partido al error aprendiendo de él.
No verlo de ese modo nos llevará a hacer el error más grande de lo que es en realidad.
Gracias a Shamelle en Enhance Life, desgranaremos los errores tras los errores. Ésos que hacen que el error inicial aumente de proporciones.
1. No admitir el error. Si alguien se ha dado cuenta o lo hará en breve, negar el error es peor que haberlo cometido.
2. Encubrirlo. Igual que lo anterior. Seamos valientes, caray.
3. No tratar de enmendarlo. ¿Qué tal una disculpa o algo que subsane el error?
De acuerdo. Depende de cómo haya sido de grande el error, aunque hacer algo para atenuar sus consecuencias nunca está de más.
4. Echarle la culpa a otro. Quien dice a otro, dice al clima o a la crisis. Cometer un error y deslindarse de toda responsabilidad es un «poquito» inmaduro, ¿no?
5. Atacar a otros cuando se equivocan. Con razón hay quien le tiene miedo a equivocarse, si luego hay quien se lanza a degüello…
6. Auto-flagelarse después de un error. «Soy un desastre. ¿Cómo he podido equivocarme en esto…?»
Sirve de poco estar un rato machacándose uno mismo. El error ya está cometido. ¿Para qué perder el tiempo nadando en la piscina de la desolación?
7. No aprender del error. El mejor provecho que se puede sacar a un error es aprender de él.
¡Ah! Pero no pasa nada si se tropieza dos veces en la misma piedra. A veces hacen falta más tropezones. Lo bueno es que luego se divisa la piedra a kilómetros.
8. No tomar medidas para que no vuelva a ocurrir. Esto son las ganas de evitar tropezar otra vez en la piedra…
Contribuimos a la lista añadiendo un factor minimizador del error: el sentido del humor (valga la rima).
Hay errores propios que son susceptibles de tomarse con humor, sin eludir la responsabilidad, claro. El humor viene a ser una forma creativa y saludable de afrontar los errores.
Conclusión: No importa lo grande que sea un error; siempre puede crecer más. Si evitamos que crezca es más fácil afrontarlo y aprovecharlo, ¿no crees?
Imagen de Thomas Shahan
Comentarios
3 respuestas a «Cómo convertir un error en uno mucho más grande»