Esperando al fin de semana

Tal y como está organizada nuestra sociedad, es muy frecuente escuchar a menudo la expresión: «¡Al fin es viernes!»

Los dos días del fin de semana son el respiro esperado y necesario y, aunque haya cosas que hacer, el ritmo es otro, la rutina varía.

Si esto mismo le pasa a tanta gente, es por algo. Y una de las razones está en la barbaridad de cosas que hay que hacer a lo largo del día. Cometidos que hay que combinar con una larga jornada de trabajo, en los casos más afortunados.

Así, no es raro que el viernes sepa a gloria, pero ¿no es un poco desolador estar media vida esperando a que llegue el fin de semana?

El fin de semana está ahí para disfrutarlo, descansar y desconectar todo lo posible, pero quizás nos trae cuenta aprovechar los cinco días anteriores de tal manera que no estemos clamando por que pasen rápido las horas hasta que llegue el viernes.

Lo anterior se logra organizándose de tal manera que se distribuyan a lo largo de la semana esos momentos que tanto nos gustan del fin de semana. Y aquí cada uno verá cómo lo hace…

Cada uno de nosotros tenemos nuestras responsabilidades, aficiones, intereses y demás circunstancias vitales. Por lo que es un poco difícil proponer una organización que le sirva a todo el mundo.

Organización, no, pero unas cuantas ideas para quien las quiera considerar, sí. Ahí van:

1. Dormir bien durante la semana

Dormir bien, a pierna suelta y el tiempo necesario nos hará la semana mucho más llevadera. ¿Hay alguien que lo dude?

Hagamos nuestro mejor intento por mejorar la calidad de sueño.

2. Descansar, descansar, descansar

Distribuir descansos a lo largo de la jornada, además de ser bueno para la productividad, hace que no lleguemos al viernes asqueados del mundo.

Aquí tienen cabida los hobbies y esas actividades que nos ayudan a desconectar a diario.

3. Hacer algo divertido CADA día

Buscar momentos de diversión en lo cotidiano: música, bromas, risas. Es cuestión de procurarlo. Para esto es de gran ayuda activar nuestro sentido del humor.

4. No «arrastrar el malestar»

Si el lunes ha sido una catástrofe, no tiene porqué serlo el martes. Dejemos el lastre de ese día que ya pasó y ¡adelante!

5. ¡Vivir!

El tip que resume y contiene los anteriores. ¿Cómo vamos a esperar sólo al fin de semana para cantar, reír, soñar…?

Propongámonos sacar algo bueno de cada día, aunque sea lunes, aunque a veces se quede en el intento, aunque cueste.

Somos seres humanos con una vida que aprovechar. Nuestra principal misión es ésa, ¿no crees?