Entre todas las personas que conoces, ¿hay alguna con la que encuentres especialmente agradable conversar?
Hay personas con encanto natural o con una soltura en la conversación que han aprendido con los años. Estás a gusto a su lado; sientes que tu opinión cuenta, junto con un interés natural por conocer lo que piensan ellos/ellas (salvo si te hallas secuestrado por un egocentrismo feroz).
Observando a estas personas podemos tomar nota de ciertas acciones que influyen en que una conversación sea agradable. Estos gestos, por ejemplo.
1. Sonreír. Si hoy te sale la sonrisa, no te la guardes. El gesto, además de ser agradable de contemplar, puede interpretarse como un: “Me alegro de verte”.
2. Decir el nombre de tu interlocutor. Especialmente si conoces a esta persona desde hace poco, es señal de que has tenido interés en aprender su nombre. Parece poca cosa, pero este gesto llega.
3. Mantener el contacto ocular durante la conversación. Éste será más o menos prolongado, dependiendo de la relación que tengas con esa persona y del tema que estés hablando con ella.
4. Evitar distracciones, como el jugueteo con el móvil o quedarte pasmado con un escaparate. Es otra muestra de que estás interesado en la conversación.
5. Mostrar otros signos de interés. Como asentir, hacer una pregunta sobre lo que has escuchado o, simplemente, no interrumpir al interlocutor hasta que termine de exponer su idea (a menos que se pase de la raya).
6. Regalar un cumplido, siempre sincero y cuando sea oportuno hacerlo. Cuesta poco hacer un cumplido y también es una muestra de atención hacia la otra persona.
7. Evitar el exceso de correcciones y críticas, incluso cuando tú seas un experto en el tema y tu interlocutor diga cualquier barbaridad.
Si no es importante para entender lo que dice esta persona, evita interrumpirla continuamente para puntualizar.
Imagínate, por ejemplo, que estás aprendiendo un idioma nuevo y que la persona con la que hablas esté más interesada en corregir tus (muchos) errores que en lo que le estás tratando de decir.
Ahí quedan estos gestos, por si quieres comprobar cómo ganan (o no) tus interacciones cuando los practiques. Ojalá que sigamos aprendiendo más “truquillos” de los buenos conversadores. Seguiremos fijándonos en ellos.