Ayudar a alguien con baja autoestima no es tan sencillo. Depende de si la persona está receptiva a esa ayuda o no lo está.
Más de una vez me hubiese encantado que una persona cercana con baja autoestima pudiera verse de otro modo; que pudiera ver las estupendas cualidades que yo le veía; que las pudiera valorar o que ignorase ciertas opiniones de la gente, que no le hacían sino ser cada día más infeliz.
Me hubiera encantado también tener una varita mágica o un chip futurista para integrárselo en la cabeza y que pensara de otro modo sobre sí misma.
¡Así, a la brava! Pero la cosa no es tan simple…
Con el tiempo, uno aprende que no puede cambiar los sentimientos de otra persona. Pero sí puede poner su granito de arena para que esa persona, por sí misma, vaya viéndose de otro modo, ganando confianza y sintiéndose mejor poco a poco.
Para eso hace falta paciencia. Nuestro apoyo servirá de algo siempre que la persona esté receptiva, que quiera ver las cosas de otra manera.
En ese momento sí podemos hacer bastante para apoyarla. Veamos algunas ideas.
Estar ahí para él/ella
La más importante: Que la persona se sienta respetada y querida. No está de más, en absoluto, recordárselo con palabras y gestos; que sepa de tu aprecio y que puede contar contigo.
Escucharle
Presta atención cuando te hable y hazle sentir que su opinión es valiosa.
Escucha sus problemas y ayúdale a encontrar soluciones; a ver el lado bueno de las cosas, si es lo apropiado.
Ver las cosas con sentido del humor
También aquí, si es apropiado, puedes ayudarle a ver el lado cómico de los errores y demás desencantos vitales. Sin burlas, por supuesto.
Es más, no le rías la gracia cuando haga bromas en las que se ridiculice y, en general, cuando hable de forma denigrante sobre sí misma.
Reforzar sus puntos fuertes
Sé sincero y no le digas cumplidos con la única finalidad de que se sienta bien. Díselos cuando verdaderamente creas en esas palabras. No te los guardes: regálaselos.
Interésate también por sus logros, grandes o pequeños. ¡A celebrarlos!
Animarle con sus proyectos
La persona con baja autoestima deja de hacer cosas (aunque le interesen) por inseguridad. Ahí estás tú para animarla y para restarle peso a ese miedo.
Hacer cosas divertidas
Pasarlo bien juntos compartiendo experiencias divertidas a dúo. Así de simple.
Ayudarle a integrarse
La persona con baja autoestima ha de saber que puede contribuir de forma valiosa en la vida de otras personas. Inclúyela en tu vida; invítala a los eventos que sean; preséntale a alguien…
Si está dispuesta y a ti te es posible, haz algo para que se relacione con otras personas.
En definitiva, sí podemos influir de manera positiva en esa persona que apreciamos y que tiene la autoestima por los suelos.
Un último apunte: Si intentamos algo de lo anterior o alguna idea similar y no sale bien, no sirve de nada enfadarse.
Sí, da un poco de rabia intentar echarle una mano a alguien que queremos y que esa persona rechace nuestro gesto. Pero, echándoselo en cara, sólo lograremos que se sienta aún peor consigo misma.
La iniciativa de tomarnos la mano ha de salir de ella/él.
Imagen de rogiro