No vamos a discutir si existe o no la telepatía (lectura del pensamiento de otro) y tampoco si se trata de una habilidad al alcance de todos o de unos cuantos.
Para no complicarnos, supongamos que existe. En mi opinión y en la de personas muchísimo más cualificadas que yo, la telepatía tiene más que ver con la intuición personal que con extraños poderes paranormales.
Hay personas que, ciertamente, parece que leen lo que están pensando otras con una gran facilidad. En realidad, esto suele pasarnos a todos cuando estamos frente a alguien que conocemos muy bien.
Unas personas tienen esta habilidad más desarrollada que otras, pero no se trata de nada mágico o que no se pueda explicar con una respuesta simple y lógica.
Sin embargo, la intuición no es algo que funcione siempre con aquellas personas a las que no conocemos.
Aquí es donde nos puede jugar una mala pasada, al atribuirle al desconocido pensamientos que son los nuestros o, quizás, los de las personas similares que conocemos, pero pueden no ser los suyos.
¡Qué lío! Expliquémoslo un poco mejor…
Imagina que resbalas en plena calle y das con tus posaderas sobre el asfalto. Cerca hay algunas personas y a todas ellas les atribuyes el mismo pensamiento: “He hecho el ridículo. Se están riendo de mí.”
De acuerdo. Puede que alguna de ellas esté pensando que no hay ser más patoso que tú en la ciudad.
Pero puede haber otra que piense que has podido hacerte daño y otra más que ni tan siquiera se haya dado cuenta de tu resbalón, porque vaya pensando en lo suyo…
Lo anterior es aplicable a cualquier circunstancia.
Los demás no siempre están pensando lo que creemos que están pensando.
No siempre va a ser así, incluso aunque tengamos una intuición muy poderosa nos vamos a equivocar muchas veces.
Las personas con baja autoestima, que temen bastante a los juicios ajenos, son dadas a esta conducta. Anticipan que los pensamientos de los demás se parecerán a los suyos y, afortunadamente, casi nunca es así.
Digo, afortunadamente, porque los pensamientos que suelen atribuirles a los demás son muy negativos.
Así es que, para darle un empujoncito hacia arriba a nuestra autoestima, podemos dejar de leerles la mente a los que poco tienen que ver con nosotros.
¡Hala! Eliminemos tareas inútiles… y que piensen lo que quieran. ¿Qué te parece?
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Una respuesta a «¿Se te da bien leer el pensamiento?»