La música es parte de la vida y puede obrar maravillas en tu cuerpo y en tu mente.
La música clásica es un estilo de música que funciona especialmente bien para calmar el estrés y la ansiedad producidos por la vida cotidiana.
La música se compone de diferentes combinaciones de notas musicales que producen un sonido melodioso.
La música puede ser ruidosa, relajante o excitante pero, sea cual sea, produce una respuesta en tu interior y tiene la capacidad de influir en nuestro estado de ánimo y sentimientos.
La música se ha utilizado como terapia en multitud de campos para ayudar a las personas a superar enfermedades, miedos e inseguridades.
Tú también puedes beneficiarte de la musicoterapia escuchando música que te anime cuando estás más decaído o que te ayude a relajarte después de un duro día de trabajo.
Algunas canciones pueden evocar recuerdos del pasado, tanto buenos como malos.
La música tiene la capacidad de transportarnos a otros momentos de la vida en la que escuchábamos esas canciones y hacernos sentir tal y como nos sentíamos en aquella situación. Si alguna canción te trae malos recuerdos, escucha otra diferente.
La música puede ayudar a todas las personas. Nuestro cerebro trabaja en una gran variedad de longitudes de onda y la música puede sincronizar esas ondas cerebrales con su ritmo.
Muy pronto, ese ritmo calmado llegará a tu cabeza. Tu frecuencia cardíaca disminuirá, al igual que tu presión arterial, y tu estado de ánimo puede mejorar gracias a ello.
La música clásica es única. Las emociones que sentían los compositores se manifiestan a través de las notas que interpretan los instrumentos sobre la partitura.
Ninguna palabra puede interferir con lo que la música le está diciendo a tu cerebro. Los tonos dulces y melodiosos se combinan con tonos más profundos y resonantes que recuerdan los momentos altos y bajos de la vida.
Cuando estés estresado, escuchar música clásica es una potente fuente de alivio para esa tensión. La música suave puede ayudar a que todo el cuerpo reduzca su ritmo y se relaje.
Los tempos más optimistas pueden mejorar tu estado de ánimo y aclarar los pensamientos de tu mente en medio de toda la tensión.
Los niños experimentan una relajación especial al escuchar canciones antes de dormir. Algunos temas de música clásica, como la Canción de cuna de Brahms, pueden inducir al bebé a un estado de relajación que pronto le conducirá a un profundo sueño.
Si padeces estrés, puedes tener problemas para conciliar el sueño. Escuchar melodías clásicas suaves antes de acostarte puede ayudarte a dormir de un tirón.
Pero puedes beneficiarte del poder de la música en cualquier momento. En casa, en el coche, mientras vas hacia el trabajo o a la escuela, la música te puede acompañar y hacerte sentir mucho mejor.
La música funciona para todas las edades. Da igual que seas joven o viejo: tu mente tiene la capacidad de interpretar los sonidos que escucha para alcanzar un estado de calma y libre de estrés.
Respira profundo mientras la escuchas, como si fueras a interiorizar cada nota.
La música es una herramienta muy útil para controlar el estrés en tu vida. La música clásica es la mejor opción cuando queremos librarnos de las preocupaciones y vivir con plenitud.