Resiliencia [definición] es un término empleado en psicología positiva que hace referencia a la habilidad para dejar atrás problemas, obstáculos y todo tipo de situaciones traumáticas.
Consiste en mantenerse en pie ante situaciones de gran adversidad y equivaldría a lo que conocemos como fuerza o entereza.
Hay personas que se sobreponen a las circunstancias adversas antes que otras. Son capaces de superarlas y de seguir adelante.
Esto no significa que necesariamente sean más frías o menos sensibles. Puede que se trate de personas que han aprendido a afrontar esos problemas desde una perspectiva más provechosa para sí mismos.
La resiliencia es de ese tipo de cualidades que se adquieren con el tiempo; se aprenden. Por lo que desarrollarla está al alcance de todos.
A continuación veremos la manera de hacerlo.
Cómo desarrollar resiliencia

- Ten una imagen positiva de ti mismo. Verse capaz de superar una situación es el primer paso para ser capaz de hacerlo.
- Cuida tus relaciones personales. Nos necesitamos. Necesitamos personas cercanas a las que apoyar y que nos apoyen.
- Agradece. La capacidad de apreciar lo que se tiene no está reñida con las ganas de superar lo malo.
- Mira lo positivo. La mayoría de los problemas traen consigo oportunidades. Obcecarse en la amargura de un momento sin ver más allá, no es la mejor opción.
- Sé proactivo. Hacerse cargo de uno mismo y responsabilizarse del rumbo que toma su vida. Eso significa: buscar soluciones, buscar apoyos = moverse.
- Acepta lo que no se puede cambiar. Del mismo modo que hay circunstancias que piden más responsabilidad por nuestra parte, hay otras que hay que asumirlas tal cual vienen, sin pretender cambiarlas.
- Plantéate objetivos y el modo de alcanzarlos. Tener un plan de vida (objetivos, metas, proyectos, etc.), algo hacia donde avanzar para poder mantener el rumbo. Sé creativo.
- Distánciate de los problemas. Un simple cambio de perspectiva hace que lo que ahora parece un obstáculo insalvable pierda importancia.
- Sé optimista. Ver el lado negativo de las cosas no es lo más realista, porque la realidad no se viste únicamente de negro. Mientras se observan todos los matices, hay que prepararse para disfrutar de lo mejor.
- Sigue aprendiendo. Las dificultades que atravesamos son una fuente de aprendizaje, incluso cuando nos parezca que sólo han servido para sufrir.
Practicar esa serie de actitudes hará que vayamos ganando fuerza para afrontar la adversidad y, desde luego, nos ayudará a disfrutar más y mejor de lo bueno que encontremos en el camino.
Recuerda que cada vez que amanece y abres la ventana, eres tú quien decide hacia dónde mirar y cómo mirar.
El desglose de actitudes atribuidas a la resiliencia está basado en: «10 Tips for Developing Resilience«, de Mark Harrison en Pick The Brain.