¿Te sientes mal porque hay una persona que no responde tus mensajes? ¿A qué crees que se deba?
¿Y tú? ¿Respondes todos los mensajes que te llegan a diario? ¿Por qué motivos dejarías de contestar?
Hagamos un repaso entre los motivos o excusas más frecuentes, aunque me imagino que intuyes cuál es la principal razón por la que no se responden los mensajes.
(Dejemos el golpe de gracia para el final.)
1. Recibe demasiados. Durante el día le llegan llamadas, notificaciones y mensajes a través de distintos medios: redes sociales, correo electrónico, etc. Es mucha saturación.
2. Está ocupado/a. Realiza actividades en su vida cotidiana, además de comunicarse remotamente, e invierte en ellas la mayor parte de su tiempo.
3. Está cansado/a. Consecuencia de los dos primeros puntos y de algunos que vamos a comentar.
4. Es una persona introvertida o con menos necesidades comunicativas que buena parte de la población.
5. Tu mensaje le da trabajo. Requiere una respuesta larga o dar explicaciones que no le apetecen. O va a encontrarse contigo más tarde y prefiere ahorrarse la respuesta.
6. La invitación que le propones no le interesa. Sí, sí, es de mala educación no contestar diciendo al menos: “Dejémoslo para otro momento.”
Pero también es de mala educación insistir, sin que nadie te haya dado pie a ello, y pretender que te respondan cuanto antes mejor, además. (O yo lo veo así.)
7. Decir que NO le cuesta. Es incómodo decirlo directamente, por lo que prefiere dejarlo implícito en su “no respuesta”.
8. Aún no se ha decidido. Puede faltarle información para pronunciarse y de ahí el retraso.
9. Se le ha olvidado que no contestó. Vio el mensaje. Pensó que lo había respondido. (Y quizás lo hizo y no lo envió.) Normal que haya despistes, ¿no?
10. Le caes mal… O hay personas que le caen mejor.
¿Qué razón es la definitiva que resume las 10 anteriores?
Tiene otras prioridades
Hay que aceptarlo así. Es la realidad. Cuando un asunto es prioritario, sólo una causa de fuerza mayor podría impedir que te ocupases de él.
Responder tu mensaje no está entre sus prioridades.
¿Qué puedes hacer para aumentar las probabilidades de que respondan tus mensajes?
Cuando quieras una respuesta:
- Sé breve y claro en tu mensaje.
- Plantea la cuestión importante al inicio (no al final).
- Pide una respuesta específica: Sí. No. A las cinco. Vale.
- Considera llamar, en lugar de escribir, si va a ser lo más cómodo.
En definitiva: Pónselo a esa persona lo más fácil posible.
Y si no te contesta y te consta que no le ha ocurrido desgracia alguna, asume que está en otros menesteres. Lo más probable no es que esta persona quiera fastidiarte. No tiene que ver contigo, sino con cosas suyas.
Muchos hemos pasado por este momento, de uno o de otro lado. Ya habrá respuestas que compensen lo incómodo de esta situación. 😉