Cómo reducir despistes y dejarte notas mentales

Un dato que se te olvidó incluir; un artículo que te faltó comprar y te toca volver sobre tus pasos para corregir el lapsus.

Hay que contar con los despistes dado el aguacero de datos que nos llueve a diario. Manejamos tal cantidad de información, que sería desbordante, cansado e ineficiente llevarla toda en la cabeza.

Por esa razón, cada uno de nosotros utiliza variados recursos e instrumentos. Entre ellos:

  • Realizar la acción inmediatamente: ¡Ay, la basura! Voy a sacarla antes de que se me olvide.
  • Dejar la iniciativa a otra persona: Llámame tú, no sea que a mí se me pase.
  • Anotar la acción o el asunto que queremos recordar: En la agenda, en una libreta, en un dispositivo electrónico, etc.
  • Crear recordatorios, en forma de alertas en el móvil o de post-its coloridos en la pantalla del ordenador.
  • Establecer hábitos y rituales, para atornillar una acción recurrente en nuestro quehacer cotidiano.

post it

Sobran recursos y facilidades para usarlos según nos convenga, sin tener que llevarlo todo en la cabeza.

Aun así, de vez en cuando, no está mal que usemos notas mentales. No sea que, si alguna vez necesitamos confiar un dato a nuestra memoria, nos la encontremos en muy baja forma.

¿Cómo te dejas notas mentales?

Hace algunos años, a mí me resultaba fácil llevar los datos importantes en la cabeza. Había menos números de teléfono, menos contraseñas, menos fechas delicadas, etc.

Conforme fueron aumentando los estímulos, la información (y mi edad, variable que también cuenta), me fui apoyando en recursos externos para depender menos de mi memoria y liberarla de trabajo.

Pero todo tiene su precio. Al recurrir lo mínimo a las notas mentales, a mi memoria le cundió perder agilidad. Se me olvidaban nombres, fechas o pequeñas acciones (como recordar comprar leche) con más facilidad.

No es que a mí me interese tener la cabeza sobrecargada de datos. Claro que tampoco me interesa que se me atrofie la memoria al punto de incurrir en docenas de despistes, con la de tiempo que hacen perder a diario.

Una solución para reducir despistes es mejorar el modo en el que nos dejamos notas mentales. Éstas son necesarias, aunque sea para acordarnos de anotar en la lista de la compra que queremos comprar leche.

¿Y cómo podemos hacernos notas mentales que se adhieran a la mente como un post-it? Aquí van estas ideas.

desastre en la cocina

Nota mental antidespistes

¿Me he acordado de quitar la luz? ¿Llevo las llaves? ¿Qué era lo que quería comprar? ¿Dónde he puesto el recibo? ¿Apagué el fuego en la cocina?

Prestar atención. Enfocar la atención es la acción más importante y la que nos salvará de bastantes lapsus. Para que la atención no se desparrame entre tantos estímulos, solemos recomendar ideas como:

  • Quédate con lo esencial y recorta en todo lo demás (tareas, compromisos, distracciones, etc.).
  • Ve con calma. Aquello de: “Vísteme despacio que tengo prisa.”
  • Haz una cosa cada vez.

Sólo practicando esas cositas se lo ponemos más fácil a la memoria. Ahora, añadiremos un extra de adhesivo a la nota mental.

Hace tiempo encontré la idea de un cómico que, para evitar sus despistes habituales (olvidarse de regar las plantas o de apagar el hornillo de la cocina), cambiaba la letra de sus canciones favoritas, sustituyéndola por las acciones que quería recordar.

Es divertida. Pero, para mí, muy trabajosa. Prefiero algo que se haga en diez segundos.

Vamos con un ejemplo. Supongamos que quiero que no se me olvide apagar la luz al salir de una habitación.

¿Qué puedo hacer?

Decirlo en voz alta. Una vez, o preferiblemente, varias veces: “Apago la luz”, mientras estoy pulsando el interruptor.

Además de obligarme a prestar atención a lo que hago, refuerzo el recuerdo de la acción apoyándome en el canal auditivo.

Añadir un gesto. Tras apagar la luz, salgo de la habitación con el gesto de hacer pinzas con el pulgar y el índice, por ejemplo.

Con este refuerzo motor, añadimos otro apoyo. Cuantos más apoyos (visual, auditivo, motriz), mejor. Se logra una conexión más fuerte. No se me olvidará que, efectivamente, apagué la luz antes de salir.

Crear una imagen mental. Para redondear, al salir de la habitación puedo recordar la imagen de mí misma apagando la luz.

Esos truquitos sirven tanto para recordar lo que acabamos de hacer, como para que no se nos olvide una acción que vamos a ejecutar.

Funcionan. Son fáciles de llevar a la práctica. Y dan menos trabajo que componer canciones. 😀

¿Cuáles son tus medidas para evitar despistes o reducirlos?


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