¿Te gusta aprender cosas nuevas? A mí también. Aquí va una de motivación para seguir aprendiendo.
Repasamos 12 formas de aprender muy conocidas y accesibles.
Ideas para seguir aprendiendo
Aprender nos hace felices. Aunque, para experimentarlo así, tal vez sea necesario que veamos esta actividad como un placer a nuestro alcance.
Un placer, sí. El aprendizaje no es solo esa formación que recibimos de los adultos y de las instituciones educativas para adaptarnos a la sociedad y conseguir un trabajo.
Aprender es descubrir.
Y, a medida que vamos descubriendo cosas, ampliamos nuestras opciones para disfrutar y para seguir creciendo.
¡Vale la pena aprovechar esta fuente de bienestar! Y podemos hacerlo a diario con actividades como estas.

1. Investigar
El aprendizaje es significativo cuando nos mueve la curiosidad del descubrimiento.
Sentimos la necesidad de saber algo más y buscamos la manera de averiguarlo, lo que hace que se trate de algo ameno o incluso divertido.
No tiene por qué tratarse de uno de los enigmas más profundos de la historia de la humanidad.
Proporciona satisfacción dar respuesta a cualquier pregunta, por pequeña que sea. Por ejemplo: «¿De qué raza será ese perro tan bonito de la vecina?«
2. Preguntar
Un atajo a lo anterior, pero bastante útil.
Hay personas que temen parecer ignorantes y les da vergüenza preguntar, con lo que se privan de hacerlo; se quedan sin información y con una duda de duración indeterminada.
Nada de eso. Pregunta… «¿Esto qué es?» Que te dé igual lo que piensen… «¿Para qué sirve?» Y no temas ser pesado… «¿Dónde lo venden?«
Ya te dirán que basta de preguntas por hoy.
3. Leer libros
Es interesante leer artículos y materiales cortos. Pero también puedes profundizar en la información leyendo libros que desarrollen el tema de tu interés.
Dedicar unos minutos al día a leer un libro vigoriza tu mente, amplía tu base de conocimientos y sienta genial. Quienes lo practican dan fe de ello.
4. Asistir a conferencias o exposiciones
No te prives. Escucha y observa lo que otros te muestran. Deja que te inspiren y que te abran nuevas puertas.
Además, ahora es muy fácil, gracias a Internet.
Y, quien dice conferencias, dice: debates, podcasts, lecciones o consejos sobre todos los temas, que tienes al alcance de la mano.
5. Compartir el aprendizaje con otros
En clubes, en foros de Internet, en tertulias familiares improvisadas o en otros medios. Conecta con otros aprendices para compartir ideas.
Esta es una de las mejores formas de aprender: compartiendo.
Yo lo hago desde aquí. Pero también procuro hacerlo a pie de calle. ¿A que a ti también te gusta encontrarte con personas para intercambiar «saberes»?

6. Participar en cursos o talleres
La oferta es variada, sobre todo online. Es raro que no encuentres un curso de tu interés. Déjate guiar en la aventura y comparte el paseo con tus compañeros de viaje.
(¿He dicho “viaje”?)
7. Viajar
Visitar lugares nuevos (cercanos o lejanos; naturales o urbanos) es un clásico para vivir experiencias inéditas.
Y, quien dice «Viajar» (en mayúsculas), dice: irte al pueblo de al lado para degustar su gastronomía. Ampliar la cultura culinaria también es seguir aprendiendo, amén de ser un gusto.
8. Adquirir habilidades de la vida cotidiana
Utilizar los tutoriales de YouTube, por ejemplo, para hacer una reparación sencilla, experimentar con una nueva receta o arreglar una prenda de vestir. ¿A que tiene su gracia?
Disfruta la autonomía que vas conquistando y del dinerito que te ahorras haciéndolo tú mismo.
9. Iniciar un hobby nuevo
Podrías planteártelo, si tus horas de ocio giran en torno a las mismas actividades.
Un hobby es esa actividad con la que te relajas, lo pasas bien y, de paso, aprendes. Hay bastantes que reúnen esos requisitos.
10. Ir más despacio
Cumplir con la rutina de manera rápida y mecánica puede privarnos de descubrir pequeñas cosas.
Pasarán desapercibidos detalles que quizás nos sean de utilidad, como por ejemplo, esa panadería tan moderna que han abierto cerca de casa. ¿Por qué no ir a curiosear?
Vale. A veces es difícil ir más despacio cuando todos corren. Pero ahí queda.
11. Reflexionar
Algunas respuestas se hallan dentro de ti, esperando ser descubiertas.
Supongo que estarás de acuerdo en que conocerse a sí mismo es uno de los aprendizajes más útiles y valiosos de todos los posibles. Eso se consigue con la reflexión.
Y otra utilidad que tiene es que puedes repasar y conectar las nuevas ideas que llegan a tu cabecita con las anteriores.
12. Aprovechar los sentidos
Mirar, tocar, oler, escuchar, saborear… Empirismo puro.
Los sentidos fueron nuestra manera de aproximarnos al mundo cuando éramos niños. Y, de adultos, continúan proporcionándonos información de todo cuanto nos rodea.
Aún quedan muchas sensaciones que experimentar, de las que, a buen seguro, extraeremos valiosas conclusiones. (Eso espero.)
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Como vemos, aprender no es solo una cuestión de esfuerzo. Es una cuestión de gusto por el aprendizaje.
Y el aprendizaje es un proceso que dura toda la vida. Podemos seguir aprendiendo y celebrar lo interesante y divertido que se vuelve el mundo a cada cosita que descubrimos.