¿Vas a tomarte un mes de vacaciones? ¿Una semana? ¿Media?
Largo o breve, es un tiempo de dispersión que te va a venir muy bien. Descansa. Libérate. Y, para añadirle más efusión todavía, aquí tienes ideas que harán que tus vacaciones sean… ¡grandiosas!
Ideas para diseñar unas vacaciones maravillosas
1. Desconecta
Desenchúfate de las mismas obligaciones de siempre, que tu cuerpo y tu espíritu se han ganado un respiro. Y lo necesitan. (Sabes que sí.)
Mantén tus buenos hábitos, pero dale una pausa al trabajo y a los problemas recurrentes.
Las vacaciones son un período aplaudido por la ciencia, porque te ayudan a disolver el estrés, a dormir mejor, a estrechar lazos con las personas que te importan, amén de tener otras ventajas.
Entrégate a estos días de júbilo, ¡por tu salud!
2. Vívelas de principio a fin
Saboréalas desde que van llegando y sientes la inquietud en el cuerpo. Planéalas. ¡Ya se acercan!
Vívelas a tu gusto mientras duren.
Si te saben a poco, aquí tienes:
Y, cuando vuelvas de las vacaciones, haz balance de lo mejor. Habrás tomado fotos y vídeos, ¿no?
¿Y si los comentas con los involucrados? ¿Y si haces un montaje divertido? (Son sugerencias.)
3. Hazlas inolvidables
El tema de fotos, vídeos y montajes va por aquí.
Seguro que recuerdas vacaciones felices del pasado (de tus años más jovenzuelos, quizás). ¿Por qué no éstas?
Fotografía las anécdotas, haz un diario, revive lo que compartiste con tus amigos en una charla de sobremesa: Crea recuerdos, al modo que prefieras.
Incluso si no pasas unas vacaciones idílicas de punta a punta y surgen fastidios imprevistos, también habrá instantes que rescatar, pequeñas sorpresas en el camino.
Fue una buena experiencia y tú estuviste ahí. Vale que ya pasó. Pero el recuerdo puede acompañarte, si tú quieres.
4. Mézclate con la Naturaleza
Si te pasa como a mí, durante los períodos de trabajo no sales mucho de casa. El color gris cetrino en la piel nos delata.
Nada, amigo. Ya va siendo hora de respirar y de…
- rodearse de colores,
- disfrutar del sol (sin pasarse),
- oler los aromas del paisaje,
- contemplar otras vistas,
- escuchar con calma los sonidos de la Naturaleza…
¿Cómo? ¿No tienes previsto visitar mares, lagos, montañas ni nada de eso? Pues, al menos, pásate por un parque.
El contacto con la Naturaleza nos revitaliza y promueve en nosotros emociones positivas. Si no crees que sea para tanto, compruébalo.
5. Disfruta de lo que tienes
¿Escasea el dinero para viajar y disfrutar de unas vacaciones a todo trapo? Ni falta que te hace. Te las arreglarás para disfrutar con lo que tienes a mano.
Puedes hacer vacaciones más modestas, excursionar por los alrededores o incluso pasar las vacaciones en casa. Claro que, en este último caso, tendrás que ser más creativo. No hay problema.
Seguramente, hay por ahí un libro que no has leído, algún restaurante exótico que visitar, una velada que quieres organizar con tus amigos… o qué sé yo.
Haz tu plan según tus posibilidades y tus gustos, pero hazlo. Date un respiro, aunque sea pequeño y ¡vívelo! ¡Adelante!
Imagen de A Guy Taking Pictures7