Viste según tu estilo

Si tuvieras que describir tu estilo a la hora de vestir, ¿qué palabras usarías? ¿Dirías que te influyen bastante las presiones externas?

En cierto modo, a todos nos influyen. Sería un poco chocante que te fueras a hacer footing vestido/a de flamenca. Chocante y muy incómodo.

Nos observan a diario familiares, amigos, gente de la calle, del trabajo y de todos los lugares que visitamos. Y también tenemos a la publicidad empujándonos para que nuestra imagen se acerque a la que «se lleva» ahora.

Pero, aun así, cada uno de nosotros tiene margen de sobra para decidir cómo quiere arreglarse.

bailarina


No tienes porqué parecerte o imitar a otro

Esta razón abre más dicho margen. Cuando te arreglas intentando copiar el estilo de otra persona, estás despreciando tu propio potencial.

La belleza de cada uno es distinta y la realzan cosas diferentes, ¿o no?

Un grupo de mujeres, por ejemplo, todas con las mismas mechas en el pelo y con trajes muy similares. ¿Qué piensas cuando las ves?

Tu forma de arreglarte habla por ti

La ropa que llevas y tu «look», en general, expresa cómo eres y qué quieres.

¿Eres uno más y quieres lo mismo que esa masa de gente? No, ¿verdad? Pues aquí tienes otra razón para encontrar tu estilo y expresarte a través de él.

La belleza no es patrimonio de ricos, famosos o gente popular

La belleza no es patrimonio de nadie y tú también tienes la tuya, ¡qué demonios!

Tú (sí, tú) puedes mirarte al espejo y alegrarte de lo que ves. Cada uno de nosotros merece descubrir su propia belleza y expresarla del modo que sienta.

Tienes mucho que ganar

Lo primero que ganarás es confianza, porque por bien que te arregles habrá personas a quienes les resultes un espantajo. ¿Y qué?

Cuando has encontrado el coraje de arreglarte como a ti te gusta y de salir defendiendo tu estilo, eso te importa poco. O, poco a poco, así será.

Puede ser muy divertido

Cuando no es divertido es cuando te empeñas en «copiar» el estilo del otro y te frustras porque en ti no queda igual.

O cuando te martirizas por esos requisitos de belleza que se supone que tu cuerpo no cumple. ¿Demasiado mayor? ¿Kilos mal distribuidos? ¡Oh, no!

Arréglate

No importan tus hechuras ni los gustos predominantes ahí afuera. Tú también puedes verte bien y elegir tu envoltorio para salir al mundo.

La gracia es que cuando aprendas a gustarte y a defender tu estilo, irás ganando confianza y le gustarás más a la gente.

Que no te sorprenda que alguno de ellos intente «copiarte». Ironías de la vida.

Imagen de Rohan Talip