5 Hábitos para hacer la vida más fácil (y el día más placentero)

Para hacer la vida más fácil solo hay que quitar lo que sobra y poner orden y equilibrio en lo que se queda.

Que sí. Que se dice pronto. Y escrito, como ves, cabe en una frase.

Practicarlo cuesta más. Muchas repeticiones. Muchos intentos. E incertidumbre, porque en bastantes de esos no sabes si estás tomando la decisión correcta.

Solo sabes que has acertado por la paz que sientes. Y, para sentirla de nuevo, repites… Otra vez. Una vez más.

Hasta que conviertes en hábitos esas acciones que, a ti en particular, te hacen la vida más fácil.

belleza en tu mente

¿Qué acciones de estas has descubierto tú? Yo tengo claras unas cuantas.

1. Para hacer la vida más fácil y agradable… ¡Gratitud!

La práctica de la gratitud te orilla a prestar atención a lo bueno. Por poco que haya, lo rescata.

Según Baumeister, lo negativo tiene más peso que lo positivo (Estudio). Una experiencia negativa basta para eclipsar unas cuantas buenas.

No necesitas hacer ningún esfuerzo para tener en la mente las calamidades. Lo que sí requiere esfuerzo es que te fijes en lo positivo, porque resalta menos. Pero es un esfuerzo muy bien invertido.

Compruébalo al iniciar el día. Pon sentimientos y pensamientos cálidos en tus despertares. La diferencia respecto a los días que inician fríos es bárbara.

El de la gratitud es un sentimiento muy cálido. Además de que es agradable experimentarlo, te da fuerza, esperanza, luz. Y con estas de tu lado será mucho más fácil cumplir con lo que te hayas propuesto.

2. Planea tu día

¿Cómo dejar de mencionar al más evidente de la lista? Date un rumbo para el día. Tener un horizonte hace más fácil la travesía de hoy.

Hazlo la noche anterior o cuando levantes. Decide a qué vas a dedicar el tiempo y sé lo más realista posible.

No te frustres si te cuesta hacer tu plan

Te van a presionar por todas partes para que cumplas con docenas de requerimientos y estándares. Tú mismo vas a presionarte.

Tal vez, si aún no lo has hecho, lleve un poco de tiempo que enfoques tus prioridades y que selecciones las tareas que se alineen con ellas.

Eso lleva tiempo. Y la práctica continúa incluso cuando tienes claro qué es lo más importante del día. Irás mejorando.

3. Vence cuanto antes

No lo demores. Después de desayunar gratitud y de mirar el plan de ruta para el día, ponte con la primera misión… y vence cuanto antes.

Este pequeño hábito también hace el día muchísimo más fácil.

Pon una tarea importante para inaugurar el día (ejercicio, estudio, meditación… lo que sea) y termínala pronto. La sensación de victoria te ayudará con lo siguiente que hagas.

Es una inercia estupenda. Compruébalo si no lo has hecho.

4. Haz las cosas de una en una

Esto es para lo que siga a la primera victoria del día. Hazlo también sin mezclarlo con otras cuestiones. O esmérate lo que puedas en ello.

Cuando haces las cosas de una en una también te lo pones todo más fácil. ¿Por qué?

  1. Te concentras mejor. Gracias a ello, terminas antes y, previsiblemente, con menos despistes y errores.
  2. Estás más tranquilo. Experimentas menos estrés cuando no tienes que alternar tu atención entre varias actividades a la vez.
  3. Y saboreas el final. Este es un sabor maravilloso, cuando estás a punto de terminar una tarea que no te encanta (pero es muy importante). Y, cuando se trata de una tarea que te gusta, con más motivo: la saboreas sin alternancias ni interrupciones, de principio a fin.

5. Di la verdad

Decir la verdad puede no ser lo más fácil. Pero, una vez dicha, quita muchas complicaciones.

Se puede decir la verdad maneras distintas. Y, si no es el caso, puedes elegir lo que más se le parezca. Cuanto más apegado a la verdad vivas, más tranquilos y agradables discurrirán tus días.

Eso incluye decir “No” cuando sea necesario hacerlo

Vamos, un “detallito” que requiere una cantidad bárbara de práctica, por lo de las presiones que hemos comentado. Hay un montón de gente esperando que “no la decepciones” (tú, incluido).

Pero, si no te convence que la vida se transforme en un infierno de estrés, habrás de aprender a decir NO. Es básico.

Además…

la verdad

La vida es mucho mejor cuando estás rodeado de buena gente, de tu gente.

 

Ojalá que esto te inspire para construir un día placentero que encadenes a otros. Muchas veces no “se tiene” un buen día. El buen día lo haces tú.

Gracias por leer.

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