7 Ideas para ser más productivo

Quienes queremos ser más productivos tenemos algún motivo para ello. El mío es cumplir con eficiencia mis tareas para que me quede más tiempo que poder destinar al descanso o al ocio.

¿Cuál es el tuyo para ser más productivo?

Sea el que sea, si crees que tu productividad podría mejorar un poco (la mía, bastante), te invito a que compartamos algunas ideas.

Vamos allá…

1. Conecta el piloto automático

Para terminar el trabajo bien y pronto, diseña un horario adaptado a tus necesidades y síguelo lo mejor que puedas.

Las rutinas ayudan a ser más productivo, porque te evitan el desgaste de estar decidiendo qué vas a hacer a continuación. Organízate.

No se trata de que programes el día de cabo a rabo, sino de que tengas horas asignadas para cumplir con tus obligaciones.

Presta mucha atención a tus mañanas. Una mañana bien aprovechada te da empuje para el resto del día; repercute favorablemente en tu estado de ánimo (que es lo próximo de lo que vamos a hablar).

2. Arriba esos ánimos

Cuando estás de buen humor eres más productivo.

De acuerdo. Hay días en los que te sientes más “depre” y no te apetece ni que el sol te caliente. No pasa nada.

Pero, si está en tu mano hacer algo para sentirte mejor y quieres hacerlo, es una gran idea. Algo… ¿como qué? Aquí tienes unas cuantas opciones para que elijas: 20 Medidas y antídotos contra el mal humor.

Y, hablando de productividad, hemos de sumar una cosa que anima a cualquiera: mejorar. Cuando notas que estás haciendo progresos, aumenta la confianza en ti mismo. Y, con ella, tu motivación. ¡Te vienes arriba!

La idea: Ponte pequeñas metas y presta atención a tus avances. Recuérdalos en esos días en los que la inspiración no acompañe.

3. Deja de hacer varias cosas a la vez

Simultanear tareas tiene más contras que ventajas. En general, no es buena idea si pretendes ser más productivo.

Primero una cosa y luego… la siguiente.

4. Usa herramientas

¿Qué herramientas? Las que te sirvan a ti, dependiendo de lo que hagas: agendas, calendarios, registros, listas de tareas pendientes, etc.

En mi caso, he logrado acostumbrarme a usar una agenda donde anoto lo esencial del día (dos o tres tareas) y las tacho en cuanto las hago. ¡Ah! Y también me ayuda Google Calendar.

Esto tiene grandes ventajas para mí:

• (1) No me olvido de hacer las tareas.
• (2) Tengo en perspectiva las que se avecinan próximamente.
• (3) Es muy motivador mirar atrás para ver todo lo que he hecho.

Sí, es algo muy simple. Sin embargo, es un hábito que hay que adquirir (como cualquier otro). A mí antes me pasaba lo mismo que a mucha gente: Comenzaba a usar un registro o lo que fuera y dejaba de anotar a los pocos días.

5. Procura que el entorno acompañe

Cuando estás a gusto en un sitio, también eres más productivo. De cajón.

Si lo que tienes que hacer demanda mucha concentración y es más bien monótono, despliega tus esfuerzos en un lugar lo más limpio y ordenado posible.

Para un trabajo más creativo, lo anterior tiene menos importancia.

Como parte del entorno, mencionamos también las compañías: Rodéate de gente con ganas de trabajar. La actitud se contagia.

Y, si es el caso, deja de dar importancia a los compañeros cenizos que te desmotivan.

6. Cuídate bien

Duerme lo que necesitas. Si no lo haces, al cabo de los días de privarte de tus horas de sueño nocturno no darás pie con bola y tu productividad se irá a la porra.

También podrías apuntarte al placer de la siesta, que funciona para este asunto, ya que te despejas, recargas baterías y puedes concentrarte mejor.

Descansa. Ten tus horas para comer bien. Y échale al cuerpo buenos alimentos.

7. Sé comprensivo contigo

No eres lo mismo de productivo todos los días, ni todo el tiempo a lo largo del día. Aprovecha esas rachas de productividad lo mejor posible y no te castigues tanto cuando vivas días improductivos o de pereza total.

Si acaso estás en uno de ésos, intenta cumplir lo mejor que puedas. Y, para que la “desinspiración” dure lo menos posible, aquí te apuntamos cuatro cosillas que es mejor evitar en esas ocasiones: Qué no hacer en un día vago.

Sé siempre tu mejor aliado, tanto cuando todo vaya sobre ruedas como cuando vaya de pena.