Progresar: Avanzar, realizar mejoras o adelantos.
¿Y qué tiene que ver esto con la motivación? Muchísimo.
Tanto en el trabajo como en esos objetivos a largo plazo, la sensación de progreso es uno de los elementos que más influyen en la motivación.
Esto tiene su lógica, ¿verdad? Si, después de una larga sucesión de días de esfuerzo, no se observan resultados apreciables, la motivación se desinfla irremediablemente.
La sensación de estar avanzando puede tener incluso más peso que la de estar realizando un buen trabajo, por ejemplo.
Pero, un momento. Lo anterior no es que se cumpla en todos los casos, sino en los de un estudio que publicó la Harvard Business Review, llegando a esa conclusión.
Personalmente, estoy de acuerdo con esa idea, porque la he experimentado en primera persona.
Usemos el dato: busquemos la sensación de progreso
Dicho lo anteior, ¿cómo sacarle partido?
Para mí, la mejor herramienta para saber si estoy haciendo progresos en un objetivo a largo plazo es el registro.
Cuesta muy poco anotar unos cuantos datos sobre lo que se hace si, cuando pasan unos días o unos meses, tienes una información que, no sólo sirve para motivarse, sino para hacer ajustes, tomar decisiones, etc.
Digo lo del registro porque ofrece una información objetiva. Ya no es sólo la sensación de estar progresando, sino la certeza de que el esfuerzo está sirviendo de algo.
Es cierto que a veces he mirado un registro y me ha desilusionado, porque yo esperaba progresar más deprisa. Sí, había avance, pero muy pequeño como para motivarme.
Otras veces lo he consultado más veces de la cuenta. Gran error, porque en un objetivo a largo plazo, los progresos suelen ser lentos.
Pero, bien utilizado, el registro personal es un instrumento estupendo para monitorizar ese progreso que, más lento o más rápido, realizamos en nuestros objetivos más «grandes».
¿Qué es lo que más te motiva a ti cuando trabajas en un objetivo a largo plazo? Si es la sensación de estar avanzando, ¿nos recomiendas algo para saborearla?
Imagen de Nick-K (Nikos Koutoulas)
Comentarios
3 respuestas a «Motivación y sensación de progreso»
Yo como sabes tengo muy poca paciencia jejeje así que no suelo marcarme objetivos a largo plazo porque nunca los cumplo. A mí lo que me funciona es vivir al día, por ejemplo, quiero adelgazar 2kg, pues cada día pienso, vale HOY tengo que cuidar mi alimentación y hacer deporte para conseguirlo y al día siguiente otra vez, pero sin marcarme más fecha que el día en el que estoy viviendo, así cuando me voy para cama pienso «muy bien Alba hoy has cumplido al 100% con lo que te propusiste a ver si mañana lo consigues» y esa gratificación diaria es la que me hace avanzar :).
Un abrazo cieliñooo
Sí, claro. Así funciona también con las adicciones, por ejemplo. Una cosa no quita la otra, creo.
¿A que te animaría mucho ver semanas más tarde que has rebajado un kilito? A eso me refiero, porque si resulta que, en lugar de perderlo lo has sumado, haces… ¡plof…! Y al día siguiente dices: «Que Rita vaya al gimnasio.»
A mí me pasaba esto cuando estaba tocando un instrumento. Me daba la sensación de estar siempre atascada en el mismo punto, hasta que comencé a registrar las piezas que tocaba y otras cosas… Al cabo del tiempo, miraba el diario y eso me animaba un poco. Porque, sí, era muy torpona (para qué decir lo contrario), pero veía que mi repertorio aumentaba, lentamente, pero lo hacía. 😀
Un beso grandote!