¿Hay actividades que se pueden combinar sin que ocasione un perjuicio por no estar plenamente concentrados en una sola?
A ver, todos simultaneamos tareas y estamos acostumbrados a hacerlo.
Por ejemplo, somos capaces de caminar mientras charlamos con alguien o escuchamos música. Ningún problema, ¿verdad?
Esas actividades van muy bien juntas; son de naturaleza distinta.
Y, de eso se trata cuando decidimos hacer dos (o más) cosas a la vez: De emparejarlas de modo eficiente.

Anteriormente, hablamos de los pros y contras de hacer varias cosas a la vez (hábito conocido como: multitasking o multitarea).
Aprendimos que, cuando dos tareas demandan mucha concentración, no es buena idea combinarlas.
Usualmente, el mejor emparejamiento es el de una tarea física, conocida y/o repetitiva con una tarea mental.
Ejemplos de tareas que combinan bien
1. Charlar durante una caminata. Lo dijimos al inicio. Si te gusta esta combinación, es un asequible dueto de placeres.
2. Escuchar música mientras limpias las ventanas. Mientras no te pongas a bailar y tardes media hora en pasar el paño a cada cristal, estupendo.
3. Generar ideas mientras friegas los platos. Le dedicamos hasta un post: Puedes dejar volar tu imaginación mientras realizas muchas tareas rutinarias de limpieza.
4. Tejer mientras ves la televisión. Esto lo hace mi madre y ya nos tiene los armarios llenitos de prendas de lana.
5. Tomar apuntes en clase o en una reunión. Se trata de una pareja más cansada que las anteriores, dado que, por automáticamente que escribas, tienes que realizar un esfuerzo mental sintetizando las ideas mientras que escuchas al profesor.
Como ves, unas combinaciones son más llevaderas que otras. Pero todo esto también depende de los gustos, costumbres, habilidades y hasta de la edad de cada uno, ya que conforme cumplimos años se nos va haciendo más difícil hacer varias cosas a la vez.
Para hacer contraste, veamos emparejamientos poco recomendables.

Ejemplos de tareas que no hacen buena pareja
1. Conducir y atender el teléfono. Estamos de acuerdo en que es peligroso. Nada más que añadir.
2. Estudiar mientras conversas. Alucino cuando veo en algunas películas la típica escena del estudiante que está conversando con un amigo mientras termina de hacer un esquema o algo así.
3. Leer con la televisión puesta. ¿Lo has probado? Estás metido en el libro mientras escuchas por debajo anuncios publicitarios de cosméticos y detergentes. (Qué mal…)
4. Escribir mientras ves una película. También he probado a escribir algún post con una película conocida de fondo. Por familiar que sea, interfiere con la concentración.
5. Responder un e-mail de trabajo mientras piensas en la novia/novio. Esto no lo he probado, pero he sido testigo de que es totalmente incompatible.
Despistes, errores, cansancio, ineficiencia, desgaste, estrés y otros problemas variados son compañeros de una mala combinación de tareas.
Para preservar nuestra energía y ser eficientes, hemos de saber elegir qué actividades van bien juntas y cuáles no.