¿Dejas de fumar? Apúntate a un estilo de vida más activo

Dejar de fumar puede ser la decisión que te acerque a un sustancial cambio de vida; una vida mucho más saludable, con más movimiento.

El ejercicio físico puede ayudarte a dejar atrás el tabaco. No es compatible ejercitarte con andar echando humos como una chimenea.

¡Adelante! ¡Comienza a moverte más!

Apúntate al gimnasio, si es tu estilo. Si no, levántate un poco antes y ponte con una marcha ágil por el vecindario. ¿No es una buena manera de empezar el día?

caminando

Hacer ejercicio no tiene porqué consistir en ponerte una camiseta y sufrir sudando a chorros cada día en el gimnasio. Puedes elaborar una rutina a tu medida y practicarla en casa o, como hemos dicho, salir fuera a zapatear un poco por los alrededores.

La clave es que, sea cual sea tu opción, la lleves a cabo con regularidad. El comienzo no es tan difícil. Lo duro es repetir y repetir, mantener tu compromiso.

Hay personas que comienzan con mucha fuerza. Se matriculan en el gimnasio o se ponen con el ejercicio en casa, compran su equipo (ropa, zapatos) y, conforme pasan los días, el entusiasmo decae.

Es preferible comenzar despacio. Ir poco a poco: empezar a incrementar la actividad física incluso antes de dejar de fumar.

Y otra idea efectiva es elegir un buen momento para hacer ejercicio. Mejor al comienzo del día, que por la tarde-noche, cuando estés agotado de toda la faena del día y, por tanto, es más probable que te saltes el ejercicio.

Eso depende de ti y de tus horarios. Generalmente, es más fácil cumplir con el compromiso del ejercicio por la mañana que a última hora. Además, como nos ha pasado a muchos, la actividad mañanera puede ayudarte a sobrellevar mejor el estrés de las horas siguientes.

Las noches pueden ser ideales para hacer algo divertido. ¿Ver la tele, por ejemplo? Nooooo… La televisión no cuadra demasiado con un estilo de vida activo. Un ratito, bueno va. Pero varias horas delante del aparato son un desperdicio.

Con la de opciones que hay: Baila, pasea, juega con los amigos, los niños o la mascota. Elige actividades que te gusten y comienza a practicarlas más.

Diseña tu inventario de actividades preferidas. Todo eso te servirá para rebajar el estrés y añadir más movimiento y salud a tu vida.


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