Mientras estás dejando de fumar, lo ideal es que la gente cercana te muestre su apoyo. Pero ellos también son humanos y, en ocasiones, les falla la paciencia.
También es posible que en tu entorno se halle uno de esos individuos que sólo miran por su propia comodidad. Y, desde luego, le molesta el carácter irascible que muestras últimamente.
Estás insoportable. ¿Por qué no vuelves a fumar de una vez?
Exceptuando al egoísta redomado, al que le da igual lo que te ocurra, es muy probable que la persona que te dice eso esté hablando sin pensar en lo que implican sus palabras.
Los padres son menos propensos a estas salidas de tono, ya que llevan tratándote desde que eras niño y, durante tu infancia, se acostumbraron a tus cambios de humor, se supone.
Pero la pareja, los compañeros o incluso los amigos están menos entrenados. Ellos es más probable que, en un arrebato, tengan una salida de este tipo.
Recalco lo del arrebato, porque no tiene sentido pensar que hablan plenamente conscientes de lo que dicen.
Imagínate que, en lugar de hablar de la retirada del tabaco, estemos hablando de uno de esos tratamientos farmacológicos que ocasionan vaivenes en el estado de ánimo y se prescriben para otras enfermedades.
No tiene sentido que una persona que te aprecia prefiera verte enfermo a pasar a tu lado unos cuantos días difíciles, ¿o sí?
Quienes dejan de fumar no tienen todos un humor de mil demonios mientras lo están dejando. Pero es de esperar que haya personas que se alteren más que otras. Es lo “normal” cuando estás desenganchándote de una adicción.
Si hicieras caso a quien te dice que estás tan insoportable que es preferible que vuelvas a fumar, estarías volviendo a una situación muy peligrosa de la que estás luchando por escapar.
Estarías volviendo a exponerte a padecer enfermedades y dolencias que conoces de sobra. ¿Cómo va a querer esto para ti esa persona?
En cualquier caso, si hiciste oídos sordos a sus palabras aquellas veces en las que te insistía en que dejaras de fumar, hazlo también ahora, que te dice lo contrario.
Tú sabes que has tomado una buena decisión al dejar de fumar.
Si tienes el apoyo de todos los demás, estupendo. Si no es así, qué se le va a hacer. Las personas no siempre somos tan “ideales”.