Te levantaste con unos planes y, en lugar de seguirlos, te dedicaste a vaguear de lo lindo. Ahora, que llega la hora de desconectar, la culpa y el estrés no te dejan hacerlo.
Este día improductivo no te deja descansar.
Desde luego, cuando cumples con lo que te has propuesto, llegas a la cama cansado, pero satisfecho. Esas sensaciones te ayudan a descansar mejor.
Lo hecho, hecho está. ¿Para qué fustigarte con la cantidad de cosas que pudiste hacer y no hiciste? Toma nota de lo que falló, déjalo estar y aprovecha el descanso para que mañana puedas ser productivo.
Tal vez esto también te sirva…
1. Recuerda lo que sí hiciste
Aunque no hayas hecho lo que a ti te hubiera gustado, haz un repaso de las pequeñas victorias que hayas protagonizado. Seguramente haya alguna, como regar las plantas, por ejemplo.
Así consigues que toda tu atención no se incline únicamente hacia lo que NO has hecho hoy, para que el estrés no te tenga dando tumbos en la cama por un buen rato.
Hay más cosas agradables en las que pensar. Sigamos.
2. Piensa en lo bueno que forma parte de tu vida
Has tenido un mal día. Has cometido errores. Es cierto. Pero eso no borra todas esas cosas buenas que forman parte de tu vida y que siguen ahí.
¿Qué “cosas”? Tú verás: personas maravillosas, proyectos, éxitos pasados…
Ahora, que necesitas relajarte para poder descansar, recuérdalas y déjate llevar por el sentimiento de gratitud.
3. Date la oportunidad de triunfar mañana
Un día tonto o vago lo tiene cualquiera. Hoy te ha tocado a ti. Mañana la historia puede ser distinta. ¿Por qué no la comienzas en tu mente?
En vez de dar vueltas al atraso que llevas por no haber cumplido hoy con lo tuyo o pasear por otras terribles consecuencias, piensa en lo que sí vas a hacer cuando despiertes.
Una nueva oportunidad está a punto de llegar. Planea cómo vas a aprovecharla. Imagínate a ti mismo haciendo bien eso que hoy no te ha salido.
¿Saldrá? ¿Triunfarás mañana? Míralo de esta manera: Tienes más papeletas para conseguirlo que si te acuestas acunado por el estrés y amaneces cansado y deprimido.
Prueba estos ejercicios para procurarte paz (en esos días en los que sientes de todo menos paz) y ves si te funcionan.
Imagen de Aaron Edwards