Un gran éxito discreto

Esta entrada habla de lo que para ti ha sido un gran éxito, aunque para los demás no signifique la gran cosa: un gran éxito discreto.

Muchos van a ser así, muy discretos.

Celebra tu gran éxito (discreto)

En tu vida vivirás éxitos que pasarán totalmente inadvertidos y no por ello dejarán de ser grandes éxitos.

No te darán una estatuilla frente a fervorosos admiradores. No te colgarán una medalla. No te darán un premio en metálico. No contarán tu hazaña a generaciones venideras.

Quizás sí te pase algo de lo anterior con alguno de tus éxitos. 😉

Pero no con todos. Un buen número de ellos los celebrarás tú solo (o con unos cuantos incondicionales, si acaso).

Mejor. No sea que una pila de envidiosos ensombrezca tu alegría diciéndote que eres un creído, solo por festejar tu logro.

Da igual. Serán éxitos discretísimos en cuanto a repercusión social, pero espectaculares para ti. Sólo tú entenderás lo que representan. Sólo tú sabrás el esfuerzo que has invertido para lograrlos.

Lo que para otros es intrascendente, para ti es el resultado de un arduo trabajo.

Fueron muchos días los que renunciaste a la gratificación inmediata en pos de dar un paso más hacia tu objetivo. Uno tras otro, avanzaste sin cheerleaders, sin pancartas de ánimo, sin el apoyo del público, sin vítores ni aplausos.

medalla para el ganador: éxito

Tuviste los redaños de levantarte el día que menos te apetecía, de contenerte ante las distracciones, de luchar contra las dudas saboteadoras que brotaban en tu mente. Una vez y otra… y otra más.

Sólo tú sabes lo que te ha costado hacer todo eso. Sólo tú sabes lo difícil que ha sido. Sólo tú sabes que has logrado algo grande, importante.

Y, aunque no te cuelguen medallas, este éxito discreto te deja un buen premio: la sensación de victoria y el refuerzo de la confianza en ti mismo.

Relacionado: