¿Cómo te las arreglas cuando te ves inmerso en una temporada de mucha acción?
Imagínate un mes de exámenes; una mudanza, que has de compaginar con tus responsabilidades habituales o cualquier cambio que suponga que vas a estar el doble de ocupado durante un tiempo.
Yo he pasado por temporadas de éstas algunas veces. No muy seguido, afortunadamente.
Ahora, que una persona cercana está a punto de embarcarse en una de estas rachas frenéticas, se me ocurre recopilar ideas sobre el tema, por si le sirven a alguien.
1. Anótalo TODO
Anota lo grande y lo pequeño (fechas, tareas, llamadas pendientes, etc.).
Quizás no te hace falta hacerlo en tu día a día habitual. Pero ésta es una situación especial plagada de eventos (citas, compromisos, tareas). Anotarlo todo te servirá para aclararte y para evitar que se te quede atrás algún punto.
2. Elabora un plan de acción
Ya que has terminado la lista, haz un plan con esos datos. Hazlo en un calendario o en una libreta; más detallado o menos detallado. Como prefieras.
No te olvides de él. Cuando estés inmerso en el torbellino, consúltalo con frecuencia y complétalo con lo que vaya surgiendo.
Y confía en tus decisiones. A menos que lo que hayas planeado sea una locura o se presenten obstáculos con los que no contabas, no hagas grandes cambios en el esquema.
Pequeños ajustes, vale. Pero cambios grandes y apresurados, no. Confía en tu criterio, que ya tendrás tiempo más adelante de ser espontáneo.
3. Di que no a lo nuevo
Si puedes, declina oportunidades y compromisos extra hasta que pase un poco la tempestad. Déjalos, por ahora.
4. Cuida de ti
Al amontonarse las actividades, es fácil saltarse comidas y horas de descanso para avanzar un poco más. No hagas esto. Necesitas energía para mantener el ritmo. Si comes y duermes mal, avanzarás menos.
¡Ah! Y tampoco te saltes esos minutos del día que dedicas a relajarte o a hacer algo divertido. Esos minutejos, que parecen una pérdida de tiempo, también te ayudan a mantenerte productivo. Son necesarios para despejarte.
5. Acepta ayuda
Quizás no te guste acudir a otras personas, porque también están ocupadas con lo suyo. Pero, si se da la circunstancia de que una de ellas te ofrece hacer algo por ti, acéptalo.
Ya tienes una cosita menos de la que ocuparte. En otra oportunidad, tú brindarás tu apoyo a quien veas que está agobiadito perdido.
6. Rebaja el ritmo en lo que puedas
No sé qué pueda ser en tu caso. Pongamos como ejemplo las comidas y la limpieza: Haz comidas más simples y para varios días. Y limpia un poquitín menos.
Reduce hasta la dosis mínima efectiva en las actividades que se presten a ello.
7. Mantén la calma
Tómate esto como lo que es: una situación temporal de la que vas a salir. Recuérdate a menudo que pasará y que volverás a un ritmo menos frenético.
Alguna vez que otra, la mayoría pasamos por rachas exigentes, que demandan mucho esfuerzo. Y adoptamos medidas extraordinarias para hacerles frente, en tanto pasan.
De entre ellas, la de cuidarte y la de procurar mantener la calma son esenciales para mí. ¿Y para ti? ¿Cómo sales de estas temporadas?
Imagen de photosteve101